Receta

Crema inglesa: el toque dulce que tu mesa necesita

Crema inglesa: el toque dulce que tu postre necesita

Crema inglesa: el toque dulce que tu postre necesita

Para todo aquel que quiera algo dulce, está en el lugar correcto. La crema inglesa es una delicia para los amantes del dulce y ha conquistado cocinas de todo el mundo. Esta crema es súper ligera y se hace con leche, azúcar y yema de huevo. Pero si quieres darle un toque especial, puedes agregarle vainilla, chocolate, café, licores, frutas, frutos secos, esencias y todo lo que se te ocurra.

Aunque su nombre suene a Inglaterra, la crema inglesa es una joya de la repostería que se ha vuelto universal. En este artículo, te voy a enseñar cómo hacer la receta clásica de crema inglesa para que puedas disfrutarla en casa.

Ingredientes

  • 1 taza de leche entera.
  • 1 taza de nata líquida (crema de leche).
  • 4 yemas de huevo.
  • 1/2 taza de azúcar.
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla.

Elaboración

  1. Preparación: Comienza por dividir la vaina de vainilla longitudinalmente con un cuchillo afilado. Si estás usando extracto de vainilla, puedes omitir este paso por ahora.

  2. Infusión de vainilla: En una cacerola pequeña, coloca la leche y la nata líquida. Si estás utilizando extracto de vainilla, agrégalo ahora. Si estás usando la vaina de vainilla, raspa las semillas de la vaina con la punta del cuchillo y agrégalas a la mezcla de leche y nata. Luego, coloca la vaina de vainilla en la mezcla también. Calienta la mezcla a fuego medio-bajo hasta que comience a hervir. Retira del fuego y permite que la mezcla repose durante unos minutos para que la vainilla infunda su sabor.

  3. Batimos las yemas y el azúcar: Mientras la mezcla de leche y nata se enfría un poco, en un bol aparte, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva de un color pálido y cremoso.

  4. Combinamos: Luego, retira la vaina de vainilla de la mezcla de leche y nata (si la estás utilizando) y vierte gradualmente la mezcla caliente sobre las yemas batidas y el azúcar, revolviendo constantemente para evitar que las yemas se cocinen.

  5. Cocemos: Vierte la mezcla de yemas y leche en la cacerola nuevamente. Cocina a fuego muy bajo, revolviendo constantemente con una cuchara de madera o una espátula de silicona. La crema debe espesar gradualmente, y puedes comprobar si está lista pasando el dedo por la parte posterior de la cuchara o espátula; si la crema se mantiene separada cuando pasas el dedo, está lista.

  6. Enfriamos: Retira la cacerola del fuego y continúa revolviendo durante unos minutos mientras la crema se enfría. Luego, puedes colar la crema a través de un colador fino para asegurarte de que no haya trozos de huevo cocido.

  7. Servimos: Sirve la crema inglesa caliente sobre tus postres favoritos, como pudines, pasteles, frutas o simplemente disfrútala sola. También puedes guardarla en el refrigerador en un recipiente hermético y utilizarla en un plazo de tres días.

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