Nos acercamos al invierno, bajan las temperaturas, en las calles y en la casas, y las familias buscan cobijarse al calor de una estufa, una mesa camilla o una chimenea. En su propio domicilio o en alguna escapada rural que se haga, tan tradicional en este puente de diciembre o fines de semanas sucesivos. Sin embargo, no todo vale al hacer uso de este tipo de elementos. Hay que tener mucha precaución y hacerlo de forma adecuada.
Desde hace un par de años en algunas localidades de España está prohibida la quema de leña y pélets en chimeneas, estufas y calderas si no cumplen con los requisitos de las normativas europeas más estrictas.
La excesiva emisión de partículas contaminantes llevó a tomar esta decisión, que a partir del 1 de enero afectará a más zonas, ya que está previsto que sea entonces cuando sea de obligado cumplimiento el reglamento europeo (2015/1185), que afecta ya a las estufas y chimeneas de toda la vida, las que más se venden y están en uso en España.
Mantener tu chimenea en buen estado te ayudará a reducir costes y riesgos para todos. La diferencia entre una chimenea sucia o limpia es importante.
Mantener tu chimenea en buen estado te ayudará a reducir costes, riesgos de salud y conservar mejor el medio ambiente
Una chimenea correctamente mantenida tiene una esperanza de vida mayor, funciona de manera adecuada y reduce posibles riesgos. Una instalación descuidada, con suciedad acumulada en sus conductos, reduce entre un 7% a un 9% su rendimiento total, por cada milímetro de residuos, por lo que genera más gastos al emplear más combustible para alcanzar el mismo rendimiento.
Si el tema de reducir costes no te preocupa demasiado, ten en cuenta que no prestarle demasiada atención a tu chimenea no sólo podría costarte dinero, sino también salud, tanto por el riesgo de incendios como por el riesgo de intoxicación.
El uso de una chimenea genera residuos, gases y restos inflamables que, si no se limpian correctamente, podrían generar un incendio que se propague por otras estancias de la casa. También una incorrecta evacuación de los gases que se generan en la combustión, algo que podría resultar muy perjudicial, sobre todo para niños y mayores.
Por último, manteniendo una chimenea en condiciones óptimas de limpieza, ayudamos a conservar el medio ambiente, ya que se reducen las partículas contaminantes.
Disponer de una chimenea eléctrica permite disfrutar de todos los beneficios de las tradicionales
Adaptarse a los nuevos tiempos para cuidar el medio ambiente y proteger la salud de los ciudadanos no es algo exclusivo de España. Hablamos de un entorno europeo en el que los países ponen en común las acciones que realizan para lograr la mayor efectividad posible y concienciación común.
La gran mayoría de los países europeos son conscientes de la importancia del buen mantenimiento de las chimeneas para garantizar la seguridad de las personas y el entorno. En Francia se obliga a realizar una revisión anual, en Alemania, Austria y Suiza es obligatoria una limpieza cada seis meses.
En España, por su parte, se aconseja hacer una revisión anual como mínimo y aún así año tras año tenemos que lamentar varios casos de incendios y sucesos, en ocasiones mortales, por un uso inadecuado en el mantenimiento de las chimeneas.
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