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Apuesta acertada por la solidez

  • Calderón se la juega con un once extraño y defensa de tres y el equipo le responde sin apenas conceder una ocasión de gol. El Betis madura el partido y Rubén Castro lo remata.

Fue una extraña apuesta por la solidez. Gaby Calderón, en vista de las escasas prestaciones defensivas que venía ofreciendo el Betis, se la jugó. Incrustó a N'Diaye entre dos centrales, Amaya y un Jordi que a la mínima hubiera despertado a la fiera que la grada lleva dentro; situó a Juan Carlos como lateral zurdo largo, volvió a alinear a la par a Verdú y Salva Sevilla y, para rematar su novedoso once, optó por Chuli antes que por Jorge Molina o un Leo Baptistao que venía manejándose esta semana en dos cilindros.

El equipo, probablemente, no le gustaría ni al propio técnico argentino. Pero, más allá del resultado, el desarrollo del partido le dio la razón, toda vez que el Espanyol sólo creo una ocasión clara de gol en todo el partido, un disparo tibio de Stuani, solo ante Adán tras recortar a dos defensas, en el minuto 83.

Defensa

Abrigado, con N'Diaye como hombre escoba entre Amaya y Jordi. La premisa era mantener la puerta a cero y el dibujo se la concedió, a la par que la actitud de los futbolistas en la presión, principalmente Reyes, quien se vino arriba en la segunda parte, más arropado, tras haber tenido que lidiar en la primera en inferioridad, aunque, no por ello, con menos entrega.

Por delante del chileno, Verdú y Salva Sevilla, al menos, no desocuparon sus espacios y acompañaron en el necesario repliegue en la primera mitad, en la que el equipo no tuvo el balón todo lo que quisiera.

El posicionamiento, entonces, sí facilitó que en la línea de rechace siempre hubiese un futbolista bético bien situado, rara avis en este equipo. Y en el juego aéreo, tanto N'Diaye como Jordi Figueras ganaron todos los balones a Jhon Córdoba y compañía.

Ataque

El ataque iba a ser una consecuencia en el partido. El Betis lo fue madurando, desgastando al rival, hasta hallar su momento. La principal arma ofensiva fue Juanfran, superior a Juan Carlos en su tarea como lateral ofensivo, entre otras cosas porque ése sí es su puesto y el de Boadilla es un extremo puro.

El paso adelante ordenado por Calderón y propiciado por un Reyes ambicioso provocó que apareciese la pegada de Rubén Castro. El equipo merodeó cada vez más el área de Casilla hasta que el canario aprovechó un trallazo al palo del chileno. Luego, en una contra, el delantero verdiblanco recortó a dos defensas antes de sacar un latigazo seco y raso imposible para el guardameta del Espanyol.

Virtudes

La seguridad con la que se manejó el equipo desde el minuto uno al noventa, nada que ver con la temblera de antaño. Pudo ser debido al orden táctico o al revés, que a veces es difícil discernir qué es causa y qué efecto. Aun así, la simbiosis perfecta. Y, físicamente, mejoró mucho el equipo con N'Diaye.

Talón de Aquiles

La presencia de Chuli en detrimento de Jorge Molina no se entendió y el partido del onubense lo ratificó. Incluso, aconsejó un pronto relevo por Matilla para ganar el centro que Calderón prefirió guardarse.

Uno por uno

Adán Sin nervios y seguro en dos despejes de puños. Con eso le sobró.

 

Amaya Bien colocado y atento a las subidas de Juanfran.

 

N'Diaye Gran estreno. Con aplomo, por arriba, por abajo y jugando el balón.

 

Jordi Bien por alto, se ganó una tarjeta absurda y dejó escapar a Stuani en la única ocasión espanyolista.

 

Juanfran El sistema lo hizo un hombre. Supo siempre atacar y estar en su sitio. 

 

Reyes Sin nadie al lado se siente a gusto, pese a la nula ayuda de Chuli en la derecha. En la segunda parte apretó y lo bordó, incluso con su disparo al palo, génesis del primer gol. 

 

Juan Carlos Extrañó el sitio, pero se aplicó.

 

Chuli No se lo vio.


Verdú Tras el descanso, ayudó algo y se movió.

 

Salva Sevilla Le costó aparecer con el balón donde hace daño.

 

Rubén Castro Un gol de oportunista y un golazo de matador que demuestra que ha recuperado la confianza.

 

Leo Baptistao Intentó alguna internada sin éxito, aunque hizo adelantar líneas al equipo.


Nosa Igiebor Entró con muchas ganas y se lesionó.

 

Matilla Ayudó en la posesión.

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