Éver Banega debe cumplir ante el Levante su segundo ciclo de amonestaciones tras la tarjeta amarilla que vio ante el Athletic. El organizador argentino debe dejarle su sitio a un compañero en el medio campo, y la mirada se vuelve hacia Mbia, que se quedó fuera de la última convocatoria por molestias físicas. El camerunés llegó a Sevilla cansado tras la gira de Camerún por el sudeste asiático y Emery prefirió darle descanso, aunque todo indica que formará en el eje junto con Krychowiak para que Iborra releve a Banega como mediapunta. Todo puede ser fruto de la necesidad o de un perfecto plan diseñado por Emery, que tendrá así a Banega en un estado óptimo para recibir al Barcelona el sábado.

El partidazo que realizó ante el Athletic Banega, que llegó en buenas condiciones físicas de la gira en Estados Unidos de Argentina, refrenda su papel de liderazgo en la fase decisiva de la temporada. Recibió la ovación de una grada entregada que coreó su nombre varias veces. El mediocampista, en esa posición híbrida entre mediapunta y organizador que le ha encontrado Emery, tendrá ante sí el sábado una gran prueba, pues su rendimiento ha ido a más después de las muchas dudas que dejó entre los escépticos su fichaje. Entre febrero y marzo ya tomó con clase los galones de líder del equipo, reivindicándose como tal en citas de alto nivel competitivo: la eliminatoria ante el Borussia y el partido ante el Atlético. Emery lo relegó a un papel secundario en las citas con el Villarreal, en las que optó por Iborra para esa otra versión más física del Sevilla, la misma que se prevé ante el Levante.

En el Camp Nou jugó inesperadamente Banega en su posición natural, medio centro. Aquel plan no salió bien y ahora la visita del actual líder de la Liga le ofrece la ocasión de refrendar su consagración desde esa posición adelantada en la que ha cuajado.