El Sevilla sigue atento al mercado de delanteros en previsión de lo que pueda suceder con Álvaro Negredo, pero también si el vallecano termina quedándose en la plantilla porque sean otros los jugadores vendidos.

Y en este sentido, a los nombres que se vienen manejando en las últimas semanas (Pizzi, Helder Postiga...) se les empiezan a unir otros sobre los que la dirección deportiva está recabando información. Uno de ellos es el argentino Matías Ezequiel Suárez. Con 25 años, el futbolista de Córdoba y que llegó a Europa procedente de Belgrano, cautivó a Monchi en las filas del Anderlecht. Matías Suárez fue elegido mejor jugador de la liga belga y su gran temporada lo convirtió en un objetivo imposible para el Sevilla. El CSKA de Moscú había cerrado un acuerdo por 11 millones de euros, pero una lesión de rodilla frenó el traspaso. Matías Suárez tuvo que ser operado en el tendón rotuliano y estuvo muchos meses inactivo. El pasado mes de marzo reapareció en las filas del Anderlecht y ahora ha sido ofrecido al Sevilla, que, no obstante, recela de su estado físico, aunque está interesado en un futbolista que fue un objetivo claro de Monchi.

Si la operación con Helder Postiga se tuerce (y se está demorando más de la cuenta por las disputas entre el fondo de inversión de Jorge Mendes y el Zaragoza por la propiedad del portugués), el Sevilla podría ir a por Suárez.

Otro futbolista que el Sevilla tiene en cartera es Leo Baptistao. Sus agentes tienen muy buenas relaciones con Monchi y Orta y a los escalafones inferiores han llegado varios futbolistas por esta vía, lo que en cualquier momento agilizaría notablemente las gestiones. Baptistao, que ha explotado esta temporada cedido en el Rayo Vallecano, es propiedad del Atlético de Madrid. Algunos medios de la capital han vinculado su posible llegada a una supuesta macrooperación con Negredo, pero su incorporación al equipo de Emery podría llegar de alguna forma en una negociación aparte, ya sea cedido o traspasado.