Fútbol sala | Copa del Rey

El Betis Futsal disfrutará otra ‘Final Four’ cuatro años después (3-2)

  • Los de Bruno García derrotaron a un Palma Futsal al que Sevilla le produce escalofríos

  • El conjunto sevillano vuela junto a su afición y estará por segunda vez en su historia en la fase final de la Copa del Rey

  • El capitán Lin fue el autor del tanto decisivo a falta de pocos segundos

  • Agenda Polideportiva de Sevilla

Los jugadores del Betis Futsal celebran la clasificación con su afición.

Los jugadores del Betis Futsal celebran la clasificación con su afición. / M. A. J.

Ha elegido creer el Betis Futsal, pocos apostaban a que el equipo que dirige Bruno García sobrepasara a un Mallorca Palma Futsal con muchas heridas abiertas. Como en la temporada 2019-2020, aunque en esta ocasión consagrado en Primera División, el club verdiblanco ha logrado clasificarse para la Final Four de la Copa de S.M el Rey. Será la segunda en su historia. Mezclar Copa del Rey y Sevilla parece producir insuficiencias renales al Mallorca Palma Futsal.

En la capital hispalense perdió el club mallorquín su primera final de la historia, a falta de 27 segundos frente a ElPozo Murcia en la final de la Copa del Rey de la temporada 15-16. Años más tarde en la 19-20, fueron la primera víctima de los béticos en el camino triunfal que los ubicó en la única Final Four con la que contaba el equipo hasta la fecha. La historia se ha repetido en el último litigio gracias un gol de su mejor escudero. Ángel Velasco Lin, alejado del protagonismo habitual, fue el héroe a falta de pocos segundos para el final.

Cuando el árbitro hizo sonar el silbato, el partido estaba ya dentro de la centrifugadora. La grada esbozaba un ambiente conmovedor, tal y como acostumbran a verse las gradas de Amate cuando su equipo suele hacer un llamamiento como el realizado durante esta semana de activación tras la abultada y dolorosa derrota ante Ribera Navarra. No hay nada más excitante en una grada, que una afición cargada de ilusión. Detrás de una portería al ritmo que entona cada domingo en el Benito Villamarín, Supporters Gol Sur, y en la otra respondían a su silencio la Batucada del Aljarafe.

Ventaja inicial

Ante la elevada musicalidad, los incontables brasileños dentro de la plantilla balear decidieron participar al ritmo que acostumbran. No les importó el tanto inicial de Carrasco (2’). El encuentro se le iba a hacer larguísimo al Real Betis ante los continuos asedios y cambios de ritmo de los de morado. Con los verdiblancos defendiendo en 10 metros, Bruno García gastaba su tiempo muerto. En este caso un mal necesario, pues los sevillanos no dejaban de verlas venir. Una y otra vez tenía que agacharse y esforzarse Gonzalo Starna.

El meta argentino, vitoreado al final del encuentro, y gracias a la confianza ganada según su técnico, sería de la partida por delante de Juan Molina, síntoma de no estar recuperado al 100% de la infección vírica que le hizo perderse el duelo ante los navarros el pasado sábado. El portero maño sí que aparecía en el banquillo, para ello el técnico gallego tuvo que descartar a Santi Souviron, a Pablo Otero y a un Nil Tent de nuevo figurante ante el conjunto que tiene sus derechos.

Tampoco participaba Lin, quien se guardó lo mejor para el final. El capitán, sin minutos en el último duelo liguero no estaba a tono para la exigencia que requería la eliminatoria y su presencia en la pista fue muy limitada. Al segoviano no le hace falta más. Su entrada no llegó hasta el minuto 15. Justo después del tanto que suavizó el espectáculo. Con el vértigo en el cuerpo, Manolo Piqueras no se mareó y fue capaz de robar un balón ante tanta osadía del portero Luan Muller, ajustó el lado interior de su pierna derecha y desde su propio campo logró que la pelota rebasará la línea. 2-1.

Exhausto por el esfuerzo

En la celebración tomó aire el conjunto del distrito de Cerro-Amate que daba la sensación de estar exhausto cuando Tayebi lograba empatar, al colocar sin esfuerzo el balón dentro de la red tras una acción en banda del ex-bético Chaguinha cuando apenas se supera el ecuador del primer asalto.

Superando la voluntad de un serpa. Aspirando a más, sin lógica y sin importarle tener enfrente a todo un campeón de Europa y del Mundo, cada uno de los integrantes de la plantilla bética celebraban hasta la recuperación más minuciosa. Así pues, confío en la capacidad del lector para imaginar la reacción de Rafa López al despejar un balón que susurraba la línea de gol segundos antes del descanso.

Los últimos 20 minutos, larguísimos para el Real Betis

Negado en ciernes a ser un saco de boxeo como en la segunda mitad ante Ribera Navarra, el Betis tenía que dar un paso al frente en defensa o los segundos veinte minutos se iban a convertir en una eternidad. El iraní Tayebi desperdició una oportunidad repleta de clarividencias justo al inicio. Mientras, Álvaro Vadillo se desgañitaba en la zona técnica para que la frecuencia ofensiva de su equipo no bajara. Y ante tanto frenesí, el empate (2-2) llegaría en una acción ralentizada y llena de calma. Moslem disminuyó sus pulsaciones y las de todo el pabellón en una acción de descaro (29’). El iraní tras driblar con facilidad la defensa verdiblanca, ajustó al palo derecho de Starna. Vuelta a empezar, y el Betis escaso de ideas.

Aún así la plantilla bética resistió e intentó devorar cualquier circunstancia. A fin de cuentas es lo que se debe hacer cuando hablamos de copas, como aprendió de su hermano mayor. La eliminatoria quedó reducida a los últimos cinco minutos. Situación que firmaba cualquier bético antes del inicio de unos cuartos de final en los que Peñíscola había dado la primera sorpresa al eliminar en los últimos segundos al FC Barcelona. ¿Por qué no soñar entonces? La afición sentía ese áspero y provocativo anhelo de igualar esa atípica edición de la temporada 19-20 y lo consiguió cuando el partido parecía irse al alargue.

Sin riesgos

Ninguno de los dos equipos se atrevía a apostar por el juego de cinco para cuatro. El respeto entre ambos arañaba segundos al cronómetro y los árbitros de mesa preparaban el marcador para dos prórrogas de tres minutos que actuarían como jueces. La última conjura a falta de 49” a través de un tiempo muerto del entrenador local en busca de una inyección de moral surtió efecto. Segundos después gracias a un Lin que recordemos apenas contó con protagonismo, Amate y su grada llena de beticismo desenfrenado voló con un equipo que estará cuatro años después en una ‘Final Four’ de la Copa del Rey. Porque a veces no hacen falta ideas en la pista, cuando el corazón y la fe puede llevar hasta donde desees.

La fase decisiva se celebrará los días 18 y 19 de mayo, con la sede todavía por decidir. No se descarte que sea en Sevilla, podría ser. Un fin de semana aún a medio hacer como acostumbra la RFEF, y que no hará oficial el lugar hasta conocer el resto de ganadores. Aunque de igual modo, la noticia es que el humo verde protagonizará la fiesta, sea donde sea que se presente.

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