Apesadumbrado, con el semblante serio y asumiendo la pésima imagen ofrecida por su equipo. Así compareció Gabriel Humberto Calderón en la sala de prensa de Mestalla, donde apenas reconoció que a su equipo le cuesta un mundo sobreponerse a las adversidades, después de que su plan se viniera abajo cuando el Betis se colocó con el marcador en contra. 

"Claro está que perder así es un paso atrás. Ya dije que cada partido es una final y como tal hay que negociarla. La de hoy acaba con un resultado muy negativo", comenzó el técnico argentino, que posteriormente analizó el desarrollo del partido, marcado por esos dos goles que encajó su equipo antes del descanso: "El equipo estuvo muy bien durante los primeros 40 minutos, pero recibimos el primero y al poco el segundo. Al equipo le cuesta psicológicamente levantarse después de recibir un gol. Todavía no tenemos la fortaleza mental para revertir un resultado adverso y eso lo pagamos". 

Calderón, además, admitió la dureza de los dos resultados encajados por su equipo cuando ha actuado como visitante, tanto en Vigo en su estreno como ayer de Mestalla. "Salir fuera y que te metan cuatro en el primer partido y cinco en el segundo es muy negativo. Sabíamos a los que veníamos, pero yo sigo confiando en los jugadores. El domingo tenemos otra final y trabajamos para ganarla", manifestó el preparador verdiblanco, que insistió en la receta que debe mantener su equipo en las próximas jornadas: "Necesitamos recuperar la autoestima y el equilibrio para no recibir tantos goles. Una vez que nos lo meten, ya vemos lo que pasa. Ha ocurrido lo mismo que en Vigo cuando el equipo encajó varios goles seguidos. Recibimos un gol y el equipo deja de creer. Es algo inconsciente que le pasa a los jugadores, por todo lo vivido en estos meses anteriores en los que no se ha ganado".