España ha comenzado a preparar la pelea contra su último estigma por derribar, Francia, un muro inabordable en cada torneo futbolístico en el que se cruzaron. La selección española nunca ganó a la francesa en partido oficial: ni en la final de la Eurocopa 1984, ni en las eliminatorias de clasificación para la Eurocopa 1992, ni en la primera fase de la Eurocopa 2000, ni en el Mundial de 2006... Por carácter, historia, juego o lo que fuera, Francia siempre fue el martillo que aplastó el clavo español. Ahora los tiempos han cambiado, pero falta por ver si lo suficiente para que España provoque un nuevo vuelco en la historia. Hace cuatro años, España rompió con su tradición perdedora y conquistó la Eurocopa tras 44 años sin ganar un título. Dos años después llegó su primer Mundial. Ahora sueña con otra Eurocopa y sus aspiraciones pasan por superar a Francia en cuartos de final.

España abrió su libro contemporáneo de afrentas ante Francia con la final de la Eurocopa 1984, celebrada en París. España llegó a los últimos 90 minutos de aquel torneo después de cumplir partidos excepcionales, pero el anfitrión lo superó 2-0 en la final. Entonces, ni siquiera habían nacido futbolistas como Gerard Piqué, Sergio Ramos, Cesc Fábregas, Sergio Busquets o David Silva. Tras aquel intento fallido de ganar la Eurocopa, España se cruzó ante Francia en las eliminatorias por clasificarse para el torneo continental de 1992. Perdió en la ida (3-1) y en la vuelta (2-0). El siguiente enfrentamiento oficial fue en la Eurocopa de 1996, cuando un gol de José Luis Pérez Caminero permitió igualar el de Youri Djorkaeff para firmar el empate 1-1.

El quinto partido entre ambas selecciones significó una de las páginas más dolorosas en la historia del fútbol español. Ocurrió en los cuartos de la Eurocopa 2000, en un duelo que quedó marcado por el penalti errado por Raúl que podría haber sido el empate. La Francia de Zinedine Zidane, a la postre campeona, echó del torneo a España al ganar 2-1. El último duelo oficial entre ambas selecciones data del Mundial de Alemania 2006. Francia ganó por un contundente 3-1 y España se marchó prematuramente del torneo en octavos de final.

Pero desde entonces, ambas selecciones acometieron trayectorias divergentes. Mientras España inauguró en 2008 su época dorada con la conquista de la Eurocopa, Francia se sumergió en una enorme crisis de la que ahora pretende salir. "El de 2006 fue un partido disputado, pero creo que hemos cambiado y tenemos muchas ganas de afrontar este nuevo encuentro", explicó el portero español Víctor Valdés. Y Karim Benzema, la estrella de Francia, reconoció que "España es favorita porque son de los mejores del mundo".

El último enfrentamiento entre ambas selecciones data de 2010, en un amistoso jugado en París en el que España ganó 2-0 con suma sencillez. Aquella noche, París abucheó a su propia selección. La rivalidad y las diferentes necesidades de ambos equipos sitúan un escenario sumamente atractivo: España quiere acabar con una vieja maldición para renovar su título europeo y Francia necesita el triunfo para consumar su resurrección tras largos años de paseo por el desierto.

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