De modo repentino, la Junta General Ordinaria y Extraordinaria del Sevilla Fútbol Sociedad Anónima Deportiva, que se celebrará este lunes a partir de las 17:00, ha cobrado un interés inesperado y, hasta cierto punto, inquietante. Una información aparecida en las vísperas en el diario Marca, asegurando que Sevillistas de Nervión no podrá ejercer su voto como accionista mayoritario y garante de la estabilidad del club por su situación de inoperatividad mercantil, abre un panorama de especulaciones sobre los distintos poderes del accionariado del club. Según ha confirmado este periódico, Sevillistas de Nervión no podrá votar en representación de sus 22.500 acciones, el 21% del accionariado de la entidad, debido a que está inactivo en el Registro Mercantil. La sociedad no ha presentado sus cuentas anuales y los cargos de su consejo han caducado. Sin embargo, otras fuentes apuntan a que sí ejercerá el voto, e incluso que en otras asambleas ocurrió lo mismo y el secretario de la misma permitió que votase pese a su situación de alegalidad momentánea.

Sevillistas de Nervión está registrada de hecho en el libro de accionistas del club que estarán presentes en la Junta. Y José Castro aseguró este domingo que espera que sí vote en representación del grupo mayoritario de accionistas que ha venido dándole estabilidad al Sevilla y que apoyó unánimente a los últimos tres presidentes, Roberto Alés, José María del Nido Benavente y el vigente José Castro.

En teoría, el secretario de la Junta de accionistas, José María del Nido Carrasco, es el que tiene potestad para autorizar o no su voto, en aplicación de la ley de capitales sociales. La lucha de poder en el Sevilla parece abrirse de bruces con esta disensión en el grupo que asentó la paz en el club desde que se hiciera con el famoso paquete maldito de acciones de Francisco Escobar. Conformado por José María del Nido Benavente, con dos participaciones en la sociedad desde que le compró el paquete de acciones a José Martín Baena, José Castro, Roberto Alés, Francisco Guijarro y José Gómez Millán como miembros, las diferencias dentro de la sociedad han ido a más en los últimos tiempos y no sólo por el conocido y fuerte enfrentamiento entre estos dos últimos accionistas, sino por las dudas que, desde algunos frentes, hay sobre el apoyo real que Castro tiene por parte de la familia Del Nido.

Aun así, esta latente disensión, que ahora toma forma, sólo es una puesta en escena de los movimientos de poder en el Sevilla y la Junta de hoy no tiene por qué verse afectada lo más mínimo por ella. Vote o no vote Sevillistas de Nervión, los accionistas mayoritarios del club a título individual, Rafael Carrión, José María del Nido Carrasco y Jesús León, han apoyado públicamente a José Castro de forma continuada, y el presidente cuenta además con el apoyo de los accionistas minoritarios. Los dos últimos, que están dentro del consejo de administración, han expresado su apoyo de forma muy reciente, por lo que no hay por qué dudar de que la Junta se desarrollará por los parámetros previstos de paz social, aunque la sospecha de que hay una guerra latente le da un tono distinto a la misma.

José Castro encontrará todos los apoyos para sacar adelante los puntos importantes del día: con la aprobación de las cuentas del Sevilla y la aprobación de los dos nuevos consejeros que entraron por cooptación en lugar de Manuel Vizcaíno y Monchi, Faustino Valdés y Jesús León, como puntos principales. Otra cosa es lo que suceda en el punto final.

En ruegos y preguntas es posible que se abra un arduo debate sobre el nuevo panorama social del club en función de que Sevillistas de Nervión haya podido o no ejercer su voto. Sea como fuere, la disensión está ahí, y la mejor prueba es que la sociedad que ha mantenido la paz social en los últimos lustros en el Sevilla no está activa en el Registro Mercantil... Y eso es ya una evidencia de que algo se está moviendo en el plano accionarial. Por ahora, no obstante, la estabilidad está garantizada.

El consejo de administración, conformado por 11 miembros, presentará unas cuentas anuales con un activo total a junio de 2014 de 103 millones de euros y un presupuesto para este ejercicio presentado ante la LFP de 65,5 millones. La reducción del presupuesto, fundamentada en la disminución de la masa salarial del club en todos sus niveles, es una prueba de la política de austeridad económica de un consejo que quiere ajustar la realidad socioeconómica sin estar al pairo de los vaivenes deportivos, para evitar el endeudamiento que sufrió años atrás el club, cuando el equipo quedó fuera de Europa con una plantilla muy bien pagada.