El Sevilla anunció ayer la renovación del contrato de Lolo hasta 2011, un acuerdo que estaba prácticamente rematado desde hace varias semanas cuando ya lo adelantó este diario y que se hizo efectivo con la firma del futbolista en el despacho del presidente.

Acompañado por sus representantes, la familia Rodríguez de Moya, el centrocampista vio cumplido su deseo con este nuevo contrato, así como el club, que corría el riesgo de perder al futbolista habida cuenta de que su vinculación expiraba en junio de 2010 y podía firmar libremente por cualquier equipo a partir del 1 de enero.

En principio, se especuló con la posibilidad de que Lolo firmara por más temporadas, pero ambas partes no han querido hipotecarse de momento durante más tiempo. Así, ambos se guardan las espaldas y dejan abierta la puerta de que en el futuro se revisen nuevamente las condiciones del contrato y la situación en la plantilla de un futbolista que este verano tenía un pie en el Málaga antes de frustrarse el trueque a tres bandas con Duda y Jesús Gámez.

Es por ello que Lolo cobrará estas dos temporadas casi enteras una ficha que le sube bastante con respecto a la que tenía, ya que, cuando menos, le iguala lo que tenía pactado con Fernando Sanz.

"Era lo que esperaba, tenía una ilusión enorme por renovar aquí y quedarme y siento mucha felicidad. Afortunadamente, ahora tengo dos años más para demostrar cosas. Las dos partes teníamos la intención de firmar y la verdad es que muy contento", aseguró el canterano a los medios del club una vez firmado su nuevo contrato. También le quitó importancia a la decisión de Jiménez de cambiarlo el martes antes del descanso. "No tenía un buen día tampoco", dijo.