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Mehmet Aurelio y diez más

  • El Betis más parsimonioso y menos competitivo del curso sale vivo de Los Pajaritos gracias a los errores ajenos y al acierto de su medio de cierre · La defensa se fue aculando y concedió varios remates francos

Si hace un mes glosaban las crónicas el fútbol valiente y aseado del Betis pese al nulo rédito que obtenía de él, hoy la noticia es que éste se ha esfumado. El anticipo llegó hace siete días frente al Deportivo con un juego carente de desmarques y de ritmo y la segunda entrega se vivió ayer en Los Pajaritos, donde el equipo verdiblanco coqueteó con el ridículo ante un combinado impropio de la categoría. Sólo que el Numancia se hallase al otro lado del campo puede explicar que el Betis no sólo saliese vivo tras un completar un partido indecente. Aunque resulte paradójico el juicio si se le sitúa a la par el resultado (2-4), el conjunto dirigido por Paco Chaparro llegó a estar casi media hora a merced de once honrados jornaleros del fútbol sin la más mínima dosis de talento para ejercerlo. Aun así, lo más vergonzoso fue la actitud de un bloque ayuno de competitividad salvo en los nombres de Mehmet Aurelio y Pavone, éste quizá porque es lo único que está capacitado para ofrecer.

Defensa

La pasividad del Betis fue haciendo mella con el paso de los minutos. Cuando Emana se ausentó definitivamente de las labores defensivas, cuando Juanma ya no iba hacia atrás y cuando a Capi se le fundieron los plomos, todo ello antes de la hora de juego, el equipo se quedó sin respuesta ante las rápidas transiciones del Numancia, que se limitó a aprovechar las pérdidas verdiblancas y los espacios que ya le brindaba. La zaga se aculó cada vez más, Fernando Vega hizo aguas y cada balón colgado al punto de penalti se traducía en un cabezazo, por fortuna desajustado, de los sorianos.

La entrada al campo de Rivera, aun tardía, pobló en cierta medida el latifundio que el Numancia había encontrado y que sólo vigilaba Mehmet Aurelio, quien incluso una vez sólo pensó en sí mismo y por no ver la quinta tarjeta no puso freno al eslalon de Quero en el segundo gol numantino.

ataque

Dos goles tras jugadas a balón parado y otros tantos en sendos zapatazos de Aurelio resumen el juego ofensivo bético, huérfano de combinaciones y mínimamente aseado cuando Juanma condujo hacia el centro o Damià diseñó idénticas diagonales pero al espacio, sin balón. Poco más ofreció un Betis que malogró dos contraataques postreros para el 2-5 y que pretende en Pavone la referencia que éste apenas puede ser, por mucho que se harte a trabajar y hasta fuese a veces capaz de bajar el balón y jugarlo.

virtudes

La pegada del equipo, representada por Aurelio y sustentada también en los errores del rival.

talón de aquiles

El ritmo de juego, parsimonioso e indigno de la categoría. Aunque pareciese contagiado por el rival.

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