Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
La final parisina Alcaraz-Sinner, el suceso deportivo del año
Nada más acabar la temporada pasada, Pepe Mel solicitó a la dirección deportiva que reforzase las bandas, donde el técnico había empleado a delanteros como Pozuelo o Jonathan Pereira como soluciones de emergencia. De esta forma llegaron Agra, Juan Carlos y Campbell que pusieron en marcha el Betis 3.0 de Mel, donde se viene demostrando que la velocidad se ha convertido en su mejor arma por encima de la posesión de la pelota.
El cuadro verdiblanco acumula únicamente un 39% del balón en estos cuatro encuentros que ha disputado hasta el momento, pero el rendimiento continúa siendo igual de óptimo que la pasada temporada. Si entonces se estrenó en el campeonato con un pleno de victorias en las cuatro primeras jornadas, ahora sólo cuenta con el traspié del día del Rayo y, sobre todo, con una exhibición de verticalidad en su fútbol.
Y es que Mel ha dotado a su equipo de nuevas virtudes, pero sin olvidar el carácter ganador, un sello que imprimió al Betis desde su llegada y que se ha ido renovando pese a los cambios de nombres o de sistemas. Con menos posesión como ante el Athletic o el Espanyol o con un encuentro poco vistoso como el de Pucela, el cuadro bético siempre dispone de un número alto de ocasiones de gol para llevarse los tres puntos.
Aún es pronto para identificar el patrón de juego definitivo de esta temporada, pero el camino señalado por el técnico apunta a la preeminencia de la velocidad. Si ante el Rayo Vallecano el 1-4-4-2 que ya había colocado en San Mamés fue un completo desastre ante la acumulación de centrocampistas del rival, frente al Espanyol Mel empleó de inicio a Pozuelo en el lugar de un delantero centro como Jorge Molina para ayudar a los centrocampistas e incluso luego lo sustituyó por Nono para intentar asegurar la posesión del balón, pero siempre manteniendo a Agra y Juan Carlos en las alas. Definitivamente, el 1-4-2-3-1 se está convirtiendo en el esquema preferido de Mel, con la intención de exprimir la velocidad de sus bandas pero sin perder el equilibrio en la zona central que le permita también manejar cierto control del juego.
El liderazgo de Beñat
Un Betis con menos posesión del balón no está oscureciendo a su principal figura, un Beñat que se está destapando en multitud de facetas del juego y que incluso es el máximo asistente del campeonato con tres pases de gol en cuatro partidos. El centrocampista vasco, en plena sincronía con un Rubén Pérez que cubre a la perfección su espalda, ha subido un punto su intensidad en el césped, lo que le ha valido tanto para ganar en llegada a la portería contraria como para robar balones en zonas de peligro. Su excelente toque de balón se mantiene inalterable y así llegaron los goles de Jorge Molina ante el Rayo Vallecano o el de Paulao, con dos faltas botadas por el vasco. A la espera de encontrar el once definitivo, lo único seguro es que Beñat es el faro del que parte todo el juego de ataque bético.
Cambios en el equipo
Hasta 23 jugadores lleva utilizados el técnico verdiblanco en este comienzo de temporada -sólo Salva Sevilla, Ángel y Adrián se han quedado sin minutos-, a la búsqueda del once más adecuado. "Somos un equipo en construcción y que debe ir a más con el paso de las jornadas", ha manifestado Mel, que cuenta con los nueve puntos en el zurrón para modelar la definitiva identidad de su escuadra.
Y es que hasta seis piezas distintas empleó Mel en el duelo ante el Espanyol de las que aparecieron el día del Rayo. Desde el cambio en la portería con un Casto mucho más solvente que Fabricio hasta la defensa, donde Nelson en el lateral diestro y, sobre todo, Mario en el centro de la zaga le han otorgado una seguridad desconocida desde hace tiempo. Además, las recuperaciones de Rubén Pérez y Rubén Castro permitieron a Mel contar con dos de los jugadores que conforman su columna vertebral, a lo que se unió la entrada de Pozuelo para conseguir el ansiado equilibrio.
Con un Betis que todavía no aparece todo lo afinado que Mel desearía, como se demuestra en los cambios que viene realizando en la alineación, el equipo sí está definiendo algunas de sus virtudes, como la comentada verticalidad, a la espera de encontrar el equilibrio completo con esa posesión del balón que tanto le gusta a su entrenador. La nueva versión del Betis que Mel viene modelando para esta temporada encuentra en la velocidad su principal argumento ofensivo, aunque sin olvidar también la seguridad defensiva que se ha alcanzado con la pareja de centrales y que permite que al equipo se le intuya todavía margen de crecimiento.
La necesaria mejora de los jóvenes como Igiebor o Nono
Dentro de la transformación sufrida por el Betis en esta temporada se espera una mayor aportación de algunos de los jóvenes que se han incorporado al equipo, ya fuera desde la propia cantera, como los casos de Pozuelo, Nono o Álex Martínez, como de los llegados desde fuera, casos de Igiebor o Agra. En el margen de mejora que se intuye en estos jugadores con proyección también estará ese paso adelante que todavía puede ofrecer el cuadro verdiblanco. De hecho, tanto Nono como Igiebor fueron los dos cambios que entraron desde el banquillo en el partido ante el Espanyol y ambos acumularon luces y sombras en esos minutos. Mientras el canterano debe elegir mejor los momentos, al nigeriano aún se le nota con cierta falta de sincronía con sus compañeros.
También te puede interesar
Lo último