No hay quien salve a este enfermo en paliativos. Abandonado por las altas instancias del club, que demasiado tienen con salvar al primer equipo, el Sevilla Atlético se hunde en el último lugar del grupo IV de la Segunda Federación tras caer ante el UCAM Murcía por la mínima. Con la segunda vuelta recién empezada en esta jornada, es precipitado extraer conclusiones definitivas, pero mucho tienen que cambiar las cosas para que el filial sevillista no consume su segundo descenso consecutivo.

Zarzana voló a Portugal, ahora en Soria con el Numancia, Juanlu con el Mirandés, José Ángel, protagonista con el primer equipo y ahora en Elche, Kike Salas a caballo con el primer equipo, Pedro Ortiz recién firmado con el Vizela luso, Carlos Álvarez, Nacho Quintana, no son pocos los futbolistas del filial que están teniendo una participación esporádica por el equipo de Antonio Hidalgo. Un equipo que descendió de Primera RFEF y que apenas se ha reforzado. El destino era evidente.

Ni siquiera el esfuerzo de Carlos Álvarez, Diego Hormigo, Nacho Quintana y Manuel Bueno, el sábado por la noche en el banquillo del Sánchez-Pizjuán, la madrugada del domingo en un coche camino de Murcia, y a las 12:00 en la Nueva Condomina de inicio ante el UCAM.