Liga europa

Paso al frente ante el Standard (3-1)

  • El Sevilla se impone sin grandes alardes sentenciando sólo al final y deja la clasificación al alcance. Beto y un gran Reyes se fueron por lesión.

Suficiente. Ni mucho ni poco. Lo justo. El Sevilla está a un paso de meterse en la siguiente fase de la Europa League, en la que defiende título, después de comenzar muy bien y evolucionar a peor tras el circunstancial empate belga. Triunfo necesario en definitiva con momentos buenos y dos lesiones preocupantes: la de Beto, en apariencia leve, y la de Reyes, de peor aspecto.

Adiós al Sevilla de los siete o diez cambios y apenas cuatro respecto a Bilbao, tres de ellos arriba. Diogo al lateral, Deulofeu y Reyes escoltando a Denis Suárez y Gameiro en punta. Al poco ya se vio que Beto podría ser el siguiente, y tras al descanso no salió por precaución. El propio Reyes, de nuevo a un buen nivel ante un rival algo endeble, se lesionó nada más comenzar la segunda parte con pinta de despedirse de 2014.

Comenzó el Sevilla con bríos, sin prisas pero agobiando a un Standard muy cortito. Afrontó el comienzo el cuadro de Emery como si de una eliminatoria a doble partido se tratase y el resultado de la ida no hubiera sido demasiado favorable. Parecía la forma correcta de afrontar la cita y el Sevilla logró inclinar el campo a su favor desde el principio, presionando arriba y provocando errores en los belgas que le permitieran ganar en verticalidad. Ritmo y fuerza, quizás por eso no había sitio para Banega y sí para M'Bia, cuya presencia en la convocatoria no se confirmó hasta horas antes.

Es un Sevilla que elabora más que otras veces por la sencilla razón de que el Standard atacaba con pocos elementos y es el que busca la contra. Ahí Krychowiak y M'Bia daban pocas concesiones y los cuatro de atrás todavía menos. Era cuestión de tiempo que la noche se ponga de cara y así sucedió.

Varios avisos después, como uno muy serio de Diogo en posición de 9 que desbarata Thuram porque el lateral controló forzado, un córner que peina M'Bia lo cabecea cruzado Gameiro sin opción para el meta visitante. El Sevilla por delante antes de los 20 minutos y una sensación de superioridad tan tremenda como tranquilizadora.

Pero ocurre que el torneo recuerda siempre que las contingencias se pagan caras y los belgas empatan en una falta evitable de Carriço que lanza Mpoku y desvía M'Bia para que Beto vea entrar el balón por el centro. Empate, vuelta a empezar y, lo peor, cierta desestabilización. No porque el rival fuera gran cosa sino porque marcar había sido tan barato que con un nuevo contratiempo la zozobra podía ser absoluta.

Quizás por eso, inconscientemente, el Sevilla va reservándose. Ya no presiona tanto y en realidad no le hace falta para generar ocasiones suficientes para volver a adelantarse. Reyes lanza una falta al palo y antes del descanso el Sevilla obtiene premio con una doble pared Reyes-Denis Suárez y otra posterior del utrerano con Diogo que le deja solito para poder batir con calma y clase a Thuram. Golazo de Reyes, de la mejor versión de Reyes.

Una triple ocasión a vuelta de pausa, con disparo de Krychowiak que repele Thuram, centro que remata perfecto Denis Suárez al larguero y a continuación un disparo lejano del propio Reyes que atrapa el portero del Standard prácticamente cierra el muestrario del Sevilla antes del arreón final. Es ahí cuando Reyes se lesiona y, con dos cambios obligados, el tema no termina de cerrarse y viendo cómo empató el Standard banquillo y grada no observaban el paso de los minutos con la suficiente tranquilidad.

Hasta casi el final no llegó esa sentencia para la cual el Sevilla ya había hecho antes lo suficiente. Los gestos del banquillo tras el tardío gol de Bacca evidenciaban que no terminaba de verse claro el tema, más por la falta de definición que porque hubiera peligrado de verdad un triunfo merecido.

El Sevilla hizo lo suficiente y dio un paso al frente. Ni mucho ni poco, hizo lo suficiente. Puede que un poquito más pero Europa se encargó de recordar que cualquier circunstancia puede ponerle un 'in' delante para suspender el examen y meterse en un lío. No fue así, no lo mereció el Standard y el Sevilla sigue su camino.

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