Por grande que fuera la solvencia mostrada por este Sevilla a domicilio, resolver la eliminatoria de Copa del Rey ante el Sabadell de manera tan clara y tan incontestable casi no entraba en un guión que vuelve a reforzar la hoja de ruta marcada por Unai Emery, en la que los cambios son constantes para atender adecuadamente todos los objetivos y el hecho de presentar seis, siete o incluso diez caras nuevas como en la Nova Creu Alta lejos de convertirse en un hándicap se presenta como un bálsamo.
A pesar del tostón de Lieja y el tembleque de Rijeka, el camino va recto de momento y Emery sólo mantuvo a Denis Suárez de la alineación titular del Villarreal y le repartió el tiempo a partes iguales con Gameiro. Diez cambios nada menos, y porque a las sanciones de Coke y M'Bia se unía la lesión de Iborra, que si no...
Se presentó el Sevilla en Sabadell con suplentes a discreción y ocurrió que pasó literalmente por encima de la ilusión local. Desde el principio quedó patente la superioridad a todos los niveles, incluso en intensidad, y el Sevilla apenas tuvo que esperar media hora para iniciar un camino implacable hacia la siguiente ronda.
Volvía Cristóforo, titular, siete meses después de su lesión, y Kolodziejczak tras su expulsión en Croacia. El primero no tuvo lagunas y el segundo abrió el marcador remachando un córner peinado por Fernando Navarro. La estrategia de nuevo. También volvía de inicio Iago Aspas, lo que no ocurría desde Rijeka, y el gallego dedicó un recital a los sevillistas que se desplazaron a Sabadell. Dos goles magníficos, un penalti forzado para firmar un gran hat-trick y un sinfín de recursos para que Emery duerma aún más tranquilo.
Como tranquilo fue el encuentro para un Sevilla que se gustó de manera extraordinaria, aprovechando la diferencia de nivel y que le salía absolutamente todo. Incluso a Reyes, que marcó un buen gol y que junto a Banega canalizó con toque y visión el juego de ataque visitante. Kolodziejczak, Aspas, Aspas, Gameiro de penalti, Reyes y Aspas de penalti. El tanto local de Forgas no vale para nada y el Sevilla se dio un festín adelantado y ya espera al ganador del Granada-Córdoba antes de que empiece de verdad esta ronda. El próximo cruce ya será el año que viene, aunque aún haya devolución de visita a primeros de diciembre. Se la podían ahorrar, desde luego.
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