El Pilas despidió el año con un gran triunfo ante el Coria, gracias al solitario tanto de Estévez en la segunda parte.

El inicio del choque fue bastante soso, ya que ambos contendientes se cuidaban más de no sufrir sobresaltos en defensa que de apretar al rival en su área. No obstante, el Coria estuvo más entonado y, por momentos, dejó entrever la peligrosidad que atesoran sus delanteros, hasta el punto de poner a los dos centrales blanquiazules con tarjeta amarilla a la media hora de juego.

Aun así, lo más peligroso que hicieron los amarillos en estos primeros 45 minutos fue una falta muy bien botada por Yoni, a la que respondió con seguridad Villarán. Por su parte, el Pilas apenas se acercó por el área de Juan, salvo en balones aéreos.

El cuadro local afrontó la segunda parte cargado de tarjetas, merced a una actuación arbitral un tanto dislocada que, paradójicamente, tuvo en el Coria a su principal damnificado, ya que una simple recriminación de Germán al asistente motivó que el colegiado le mostrara la segunda cartulina amarilla.

Con un hombre menos se vio a un conjunto ribereño enrabietado, que arriesgó atrás y que ofreció sus mejores minutos de fútbol, aunque la defensa pileña se encargó de rechazar todos los envites amarillos. Ante tanto bloqueo en el juego, todo indicaba que el choque se podía resolver a balón parado, como así fue. Una falta lateral, lanzada por Yoni, fue rematada por Estévez, que volvió a poner de manifiesto su estado de gracia. El golpe fue duro para el Coria, que en inferioridad y tras el esfuerzo realizado, fue perdiendo fuelle, aunque la emoción se mantuvo hasta el final, debido al corto marcador.