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Un adiós relámpago

  • Poulsen se despide de la entidad nervionense tras fichar por la Juventus · La inminente llegada de Squillaci será el primer paso del club de cara a constituir la plantilla final

Días de nervios se suceden en el entorno del Sevilla ante los últimos acontecimientos. La inesperada salida de Poulsen y el retraso en la llegada del central requerido ha supuesto un punto de inflexión en la pretemporada del equipo de Manolo Jiménez, que a día de hoy continúa sin poder construir un teórico equipo por la falta de definición de su plantilla.

El adiós de Poulsen, que ayer se despedía de sus compañeros tras el entrenamiento, confirmó los continuos rumores que llevan apareciendo desde el tramo final de la pasada campaña sobre la salida del jugador danés. El interés inicial del Barcelona tiró al traste la operación tras la venta de Keita al club catalán, aunque la Juventus no dudó en venir a por el futbolista cuando su técnico, Claudio Ranieri, insistió en la necesidad de fichar a un medio completo y polivalente. Su otra opción era Xabi Alonso, pero los más de 18 millones de euros que demandaba el Liverpool se convirtieron en una losa demasiado pesada, más aun cuando Ranieri había asegurado que cualquiera de esos futuribles podía adaptarse a las condiciones que él andaba buscando.

Poulsen fue el elegido y la consecuencia es que abandona el Sevilla en plena pretemporada, vía Turín, con la intención de hacerse un nombre allí tras demostrar su valía en Alemania y en España. Todo apunta a que será mañana cuando el danés firme definitivamente su contrato con la Juventus, donde militará las próximas cuatro temporadas. El jugador sale ganando en su afán de salir del Sevilla con mejores condiciones de contrato en el futuro, mientras que la Vecchia Signora logra reforzar su posición más necesitada.

El único contratiempo en la venta es la necesidad ahora de que el club rastree de nuevo el mercado en busca de un perfil de jugador que posiblemente hasta ahora no tenían en mente.

En un punto de mira más optimista se encuentra la opción del defensa central, ya que el francés Squillaci es el elegido y tiene ya todas las cartas para convertirse en el próximo refuerzo sevillista. En este caso, la búsqueda no es necesaria, aunque sí el cierre de unas negociaciones que parecen sólo depender de unos flecos económicos que no impedirán la operación. El Lyon, al menos, tiene bien claro que el jugador no estará con sus compañeros el martes, fecha prevista para su regreso, al tiempo que el club ya tiene, según algunos medios franceses, gestiones muy avanzadas para sustituir al internacional por el ghanés John Mensah, aunque también suena el nombre de Nicolás Burdisso para reemplazarle en la zaga del Olympique de Lyon.

La marcha de Poulsen y la inminente llegada de Squillaci parecen el primer capítulo de un verano que aún tendrá muchos focos de atención en la entidad sevillista, que debe tomar en los próximos días decisiones que marcarán el devenir del equipo esta temporada. Sin duda, el mejor aliciente posible debe ser el fichaje del francés Squillaci, que debe cerrarse en los próximos días una vez que las posturas de ambos clubes se hayan acercado.

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