El descenso, a dos triunfos de margen sólo. El play off, a una victoria. La LEB Oro atraviesa por un momento de la temporada decisivo en el que los equipos se posicionan y deciden sus objetivos en las jornadas claves. Y el Betis Baloncesto, ahora en la zona media, está en un punto en el que un paso adelante lo coloca como aspirante a todo si se mete en las eliminatorias por el ascenso, con esa novena plaza a tiro, pero si los problemas extradeportivos le hacen perder el rumbo puede sufrir más de lo esperado.

Ese paso adelante parece que lo ha dado ganando cuatro de sus últimos cinco partidos, algunos ante rivales de la zona alta como el San Pablo Burgos o compitiendo ante el líder Estudiantes en ese encuentro perdido, pero la visita al Leyma Coruña (12:00), segundo clasificado, será una dura prueba para medir el objetivo real que se ha impuesto el conjunto verdiblanco en el vestuario, que es donde de verdad saben si todo el ruido que llega de México afecta al rendimiento en la cancha.

El conjunto gallego no es una revelación, sino que viene confirmando todo lo bueno que ya hizo la pasada campaña de la mano de un técnico que conoce la competición al dedillo, Diego Epifanio. El equipo mantuvo la base y añadió a una buena plantillas piezas importantes como Huskic, un pívot capaz de generarse sus propias canastas a diferencia que los interiores béticos, que sólo suman de cerca.

Por eso este Betis de Bruno Savignani, que presentará hasta siete jugadores que no estuvieron en el duelo de la primera vuelta entre ambos contendientes, está viviendo del triple y de la calidad individual de jugadores como Polanco o Joaquín Rodríguez, muy agresivos siempre en el uno contra uno y verticales a la hora de encarar el aro rival. Por eso el técnico local tiene claro que una de las claves del choque estará en la defensa, tanto individual como la colectiva para no conceder tiros liberados desde el perímetro, donde el cuadro sevillano tiene un gran potencial y variedad de efectivos capaces de hacer daño por fuera desde los mismos Polanco y Joaquín Rodríguez, a Kuksiks y el propio Berzins, el techo verdiblanco que cada vez juega más por fuera que por dentro.

Ha perdido potencial el Betis desde la salida de Frazier, un asunto que todavía no se ha aclarado, y aunque los dirigentes béticos han estado negociando en busca de un sustituto si viene alguien será durante el próximo parón por las ventanas FIBA, unos euros de ahorro para el club cuando los problemas financieros del propietario aprietan. Hanzlik entra en la convocatoria por el estadounidense, aunque no es un recambio de garantías.

Faggiano y Pablo Marín tendrán trabajo ante Álex Hernández y Jakovics, una de las parejas de bases más asistentes de la categoría, lo que permite al Leyma Coruña ser el conjunto más anotador con un promedio de 89,8 puntos por partido, un dato que este timorato Betis, que sufre mucho para defender a los pívots rivales, debe tener en cuenta para no aflojar ante un rival que cuenta con otras armas como Barrueta, Álex Font, el ex verdiblanco Burjanadze, McDonnell o Alejandro Galán. Una plantilla equilibrada que vive en una nube y cree en sus posibilidades, lo que lo hace más peligrosa aun con la baja de Lundqvist, otro de sus referentes que sufrió una lesión en el brazo izquierdo durante una defensa en el partido de la semana pasada.

Es este Coruña el mejor conjunto en rebotes totales y defensivos, lo que obligará al cuadro verdiblanco a ser efectivo si quiere mantenerse en el partido y tener opciones, para lo que tendrá que mostrar una intensidad en defensa superior a la de los últimos partidos, aun cuando Ourense apenas anotó 48 puntos en San Pablo la jornada anterior, y soluciones en ataque para cuando los triples no entren. Ese momento llegará y buena parte de las opciones que pueda tener el Betis, ante un conjunto que pelea por igualar a Estudiantes en el primer puesto, dependerá de la capacidad de reacción que demuestre para superar ese problema.