Betis Baloncesto

Lo menos preocupante para el Betis Baloncesto es la derrota en el Palau Blaugrana (104-70)

  • El Betis Baloncesto, escaso de argumentos, sale con una derrota abultada del Palau Blaugrana tras ser arrollado por un Barça con alta efectividad

  • El primer cuarto ilusionó, pero los de Luis Casimiro fueron un caos defensivo cuando el Barça cogió ritmo

Higgins bota ante Pozas.

Higgins bota ante Pozas. / AFP7

Un único cuarto resistió el Betis en el Palau Blaugrana. 9 minutos para ser exactos, pues realmente nunca fue rival el equipo de Luis Casimiro ante un Barcelona muy superior, que anotó con tremenda facilidad ante una defensa mal ajustada. Evans volvió a brillar, sin milagro, pues el Betis está a años luz del rival de ayer. Lo que preocupa es que sigue estando lejos de encontrar argumentos que ilusionen a los suyos. El mercado sigue abierto.

Había motivos para ilusionarse tras los primeros minutos del conjunto de Luis Casimiro. Evans salió a lo suyo, apoyado por un Bertans que viene creciendo en los últimos partidos. Sin embargo, la intensidad defensiva fue gradualmente en decadencia, y tras dominar el marcador en los primeros compases de cuarto, un parcial de 8-0 para los locales colocaban al Barça con ventaja.

Con las primeras rotaciones, el Betis perdió efectividad en ataque, y la intensidad se convirtió en un mal balance defensivo, concediendo excesivos tiros exteriores que los jugadores culés anotaban con soltura.Con los primeros puntos de Fischer desde el tiro libre y ocho arriba para los de Jasikevicius terminó el primer parcial.

Sin Evans en pista, la producción ofensiva era escasa, y el juego interior se resentía. Nada fuera de lo normal tras lo visto esta temporada. Fischer volvió a anotar, y sus primeros minutos como verdiblanco no fueron malos, aunque tampoco ilusionantes para un Betis que demanda refuerzos cuanto antes.

El Barça se seguía divirtiendo desde la línea de tres, con un 50% de acierto. Higgins acribilló al cuadro bético desde el exterior, ayudado por Mirotic y Da Silva. Así llegó un nuevo parcial de 10-0, y la ventaja de 20 puntos ya se establecía en el luminoso del Palau.

Sólo tras la entrada en pista de Evans, aunque no fueron sus mejores minutos, se cortó la sangría, el Betis volvía a producir en ataque y llegó al descanso por debajo de los veinte puntos de diferencia.

Conscientes de lo sucedido en el arranque del encuentro, los de Jasikevicius fueron un ciclón al incio del tercer cuarto. También ayudó una defensa que siempre llegaba tarde y que dejaba a los culés con mucha facilidad para ejecutar. Y no perdonan. La distancia rebasó los veinte que tanto trabajo costó al conjunto bético frenar antes del descanso, y ya el tiempo sólo corría de forma que cada segundo era uno menos para terminar la visita al dentista.

Nuevamente un pobrísimo juego interior desplegado por los de Luis Casimiro, que se acrecentó en un tercer cuarto en el que no fue capaz de anotar ningún punto que no fuera más allá de la línea de tres o desde la de tiros libres.

Precisamente fue el acierto en triples lo que permitió al Betis salvar el orgullo en el Palau Blaugrana, en otra tarde aciaga para Sylla, Gerun o Almazan. E incluso de Fischer, que si bien parece que mejora lo que hay, no ha dado motivo ninguno para pensar que Luis Casimiro tiene otro argumento en su busqueda por conseguir el objetivo de la permanencia en la Liga Endesa. De hecho, su rendimiento en defensa fue para olvidar, aunque habrá que darle el beneficio de la duda tras los pocos entrenamientos que suma con el equipo.

De veinticuatro puntos encaró el Real Betis el último cuarto, al que le cuesta horrores anotar puntos sin su estrella, el estadounidense Shannon Evans, en la pista. Y cuando está, no encuentra los socios necesarios para hacer daño más allá de jugadas individuales. Pero lo más preocupante es que al encontrarlos, éstos no anotan con la asiduidad que se espera.

El último cuarto fue un suplicio para un Betis que bajó los brazos, no antes, pero sí en los últimos minutos en los que fue un muñeco a merced de un Barça que estuvo muy acertado, todo sea dicho. Defensivamente el partido de los de Luis Casimiro fue terrible, pese a que la calidad del equipo catalán es muy alta, la intensidad fue decayendo, y las ayudas llegaban siempre tarde.

El espejismo de los primeros minutos debe servir, no en vano, para ejemplificar que este equipo puede hacer las cosas bien, más allá de la evidente necesidad de fichajes que aporten la calidad, y la amplitud, necesaria para las aspiraciones de un Betis que sudará tinta china hasta el final de la temporada, como ya hiciera la pasada campaña.

El último cuarto fue indigno, algo lógico teniendo un rival en frente como el Barça maniatando a un Betis que ya no compadeció en la cancha invicta del Palau Blaugrana. Tuvo que echarse el equipo a las espaldas, nuevamente, Evans para que la diferencia no fuera más dolorosa de la que ya fue, con el Barça superando los cien puntos. 23 puntos para el estadounidense, que se marchó otra vez como máximo anotador del partido, como lo es de la Liga Endesa. Gran partido cuajó Johnson, con 20 puntos y 4 triples anotados.

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