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La clase contra los sueños de grandeza
El Inter y el Barcelona miden dos estilos diferentes de entender el fútbol · El cansancio, hándicap para los azulgrana
Los focos estarán en Samuel Eto'o, Zlatan Ibrahimovic, Leo Messi, los hermanos Milito, el duelo táctico Mourinho-Guardiola... Faltarán ojos para mirar hoy el choque de ida de las semifinales de la Liga de Campeones entre el Inter de Milán, el eterno aspirante que olvidó lo que supone reinar en Europa, y el Barcelona, que gobierna con mano de hierro pero guante de seda el fútbol desde hace temporada y media.
Será la final de los superlativos, en la que se evidenciará quién es el mejor jugador del mundo, quién es el mejor entrenador del mundo.
El portugués Jose Mourinho busca una sorpresa táctica para frenar al Barcelona de Guardiola, que llegó a Milán tras un largo e inusual viaje en el que los jugadores pudieron motivarse viendo la película de Clint Eastwood Invictus. "Se le ocurrirá algo para el Barça", dijo Javier Zanetti, capitán del Inter, confiando en su técnico.
La semifinal reúne a dos grandes de Europa, aunque con diferentes trayectorias en su historia. Mientras el Inter no conquista el trono continental desde 1965 y no juega una final desde 1972, el Barcelona es el actual campeón y el gran favorito para repetir el 22 de mayo en Madrid. Ambos equipos vuelven a cruzarse en el camino después de que también se midieran en la fase de grupos, con clara victoria "a los puntos" del Barcelona. El equipo azulgrana empató 0-0 en Milán y venció por 2-0 en el Camp Nou.
Entonces, el Barcelona dio una gran lección de fútbol a su rival, por más que ésta no encontrara reflejo en un marcador más amplio. Han pasado los meses y en ese tiempo el Inter elevó sus prestaciones, especialmente en Europa, donde ofreció su mejor versión ante el Chelsea y luego superó con autoridad al CSKA de Moscú.
Sin embargo, el Inter se dejó atrapar en la liga italiana por la Roma, actual líder, por lo que tendrá que luchar hasta el final para revalidar su título nacional.
Por su parte, el Barcelona se exhibió ante el Arsenal en los cuartos de final y en la Liga está líder, aunque tiene al Real Madrid a un solo punto y no puede permitirse el más mínimo descuido.
Y, cómo no, la cita reunirá a numerosas estrellas, comenzando por el duelo entre los delanteros Eto'o e Ibrahimovic, que se intercambiaron las camisetas en julio. O el enfrentamiento entre los hermanos Milito, Diego y Gabriel, que chocarán en el área barcelonista. O la pelea entre los laterales correcaminos brasileños Maicon y Daniel Alves. O la oportunidad de Messi para afianzarse como máximo goleador continental...
Además, los banquillos proponen el apasionante duelo de dos formas diferentes de ver el fútbol: la sacrificada disciplina de Mourinho contra la vistosa fantasía, no exenta de rigor y orden, de Guardiola. Posiblemente sean los dos entrenadores más cotizados de la actualidad.
Mourinho pudo ver el sábado cómo se le puede hacer daño al Barcelona. El equipo azulgrana sufrió mucho para sacar un empate sin goles ante el Espanyol, que mordió en el centro del campo y mostró un perfil muy agresivo.
Un estilo que se adapta muy bien a las cualidades del Inter, que tiene centrocampistas como Thiago Motta o Cambiasso. La creación correrá a cargo del holandés Sneijder y la punta quedará, por supuesto, para Eto'o y Diego Milito.
El Barcelona llegó a Milán por carretera después de recorrer 975 kilómetros al no poder volar por la erupción del volcán Eyjafjalla. Pero, como manifestó Sergio Busquets, "el viaje no es excusa".
Guardiola sólo cuenta con dos ausencias: Chygrynskiy, no inscrito en la competición, e Iniesta, lesionado. Abidal viajó, aunque todavía no tiene el O.K. médico.
El Barcelona busca su segunda final consecutiva y quiere imponer en Milán su propio estilo, aunque en los últimos partidos Guardiola está ofreciendo un recital de sorpresas en sus alineaciones. No se esperan, sin embargo, demasiados inventos para hoy, pues es muy probable que Busquets y Keita acompañen a Xavi en la medular, dejando el ataque para Ibrahimovic, Pedro y Messi, su mejor tridente ofensivo.
Mourinho, con un salario anual de 11 millones de euros, es el técnico mejor pagado de Europa, y quiere demostrar ante Guardiola que se merece cada euro. El presidente del Inter, Massimo Moratti, lo fichó para ganar la ansiada Copa de Europa. Y Mourinho ha obrado el cambio de mentalidad del equipo. "El Inter ganará la Liga de Campeones. Si no este año, el siguiente", dice convencido Mou.
El estadio Giuseppe Meazza será el escenario de un encuentro que promete mucho, el duelo entre dos escuelas diferentes, entre dos formas distintas de ver el fútbol, tan legítimas como exitosas.
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