Argentina comenzó el Mundial con triunfo pero con una sensación muy pobre, máxime para el potencial de la selección albiceleste. Messi pareció decidir con un golazo muy de su estilo pero el buen gusto de Bosnia tuvo una recompensa insuficiente. Sin brillo y sin centro del campo, todo se porfió a Messi. Durante una hora se vio al Messi de la selección, al Messi acaparador que anula la creación y la definición porque lo junta todo en sus botas y, queramos o no, así resulta más fácil de defender. Hasta que Messi firmó una jugada al alcance sólo de Messi y Argentina respiró.

Sabella planteó cinco defensas y, aunque abrió el marcador pronto un autogol bosnio, la sensación no fue nada buena. Mala, incluso. Hasta el punto de que al descanso Argentina hizo dos cambios aun ganando para contrarrestar la comodidad con la que los balcánicos tocaban en el centro del campo. Seguramente, Argentina jugó contra el rival con más fútbol de los que tendrá en la primera fase, pero eso no esconde que el partido se le volvió incómodo, antipático.

Sin llegar a inquietar, Bosnia controló y Argentina se dejó controlar. Con cinco atrás más Mascherano, el potencial argentino se presentaba reducido. Con Messi eso ya debe ser suficiente pero Sabella reservaba a ingentes cantidades de talento concediendo a Bosnia demasiado margen para creer que tutear al gigante era más que posible.

Por increíble que parezca, Kolasinac pudo ser quizás el segundo jugador bosnio en tocar el balón y lo hizo para meterlo en su portería. Un saque de falta de Messi que nadie acierta a rematar o despejar y pilla desprevenido al lateral contrario. Minuto 3 y las estrellas de Argentina con viento a favor. 

Pero ocurre que Bosnia se va soltando y se quita los complejos del debut, de Maracaná y del rival. Cómo no iba a salir empanada la selección bosnia con esos tres condicionantes. El caso es que Pranjic y Misimovic comenzaron a mover al resto y, apoyados por Besic y Hajrovic, Argentina reculaba más allá de lo razonable. Con una fractura en la disposición de los jugadores tremenda, las dos opciones más claras del resto del primer acto fueron bosnias, en particular un cabezazo de Lulic con paradón de Romero.

Doble cambio al descanso. Entra Higuaín para que Messi tenga más metros para jugar y Gago para que Argentina intente saber qué hacer con el balón. Bosnia no se acobarda pero es cierto que ya no encuentra el camino hacia Romero. Por contra, después de intentarlo mil veces, empecinado en hacerlo todo, en centrar y en rematar, Messi bordó una jugada espectacular en la que, apoyándose en Higuaín, la clavó en el palo derecho de Begovic y adentro. Golazo made in Messi y respiro hondo de Argentina.

Bosnia, que había racaneado los cambios sin motivo, hizo los tres en un suspiro para intentar meter otra marcha al partido. Argentina se cerraba bien pero Lulic encontró a Ibisevic en la espalda de Fede Fernández y el punta del Stuttgart se apuntó el honor de lograr el primer gol de Bosnia en un Mundial. Con poco por delante, el empate no fue un riesgo cercano, pero Argentina recibió un aviso de lo que puede ocurrir cuando se cruce con rivales más potentes si no le da un giro en serio a su fútbol. Como mínimo, que organice su centro del campo. Del resto ya se encarga Messi.

Argentina 2: Romero; Zabaleta, Campagnaro (Gago, 46'), Fede Fernández, Garay, Rojo; Maxi Rodríguez (Higuaín, 46'), Mascherano, Di María; Messi y Agüero (Biglia, 87').

Bosnia Herzegovina 1: Begovic; Mujdza (Ibisevic, 67'), Bicakcic, Spahic, Kolasinac; Hajrovic (Visca, 71'),Pranjic, Besic, Misimovic (Medunjanin, 74'), Lulic; y Dzeko.

Árbitro: Joel Aguilar Chicas (El Salvador). Amarillas a Rojo y Spahic.

Goles. 1-0 Kolasinac, en propia puerta (3'). 2-0 Messi (64'). 2-1 Ibisevic (84')

Incidencias: Encuentro de la primera jornada del Grupo F disputada en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro, ante 74.738 espectadores.

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