I Clínic Fútbol Femenino

La formación, un paso más

  • El I Clinic de Fútbol Femenino en la Pablo de Olavide, otro escalón para la igualdad en el deporte, contó con Priscila Borja y Ana González, jugadoras del Betis

I Clínic de Fútbol Femenino

I Clínic de Fútbol Femenino / Víctor Rodríguez

Esta semana se celebró en las instalaciones de la Universidad Pablo de Olavide el I Clínic de Fútbol Femenino, encabezado por el profesor Pablo Naranjo, quien dirige la escuela de actividad física Servalabari.

En un principio, esta concentración de cinco días estaba encaminada exclusivamente a las chicas, pero finalmente se hizo mixta. “Al recibir la demanda por parte de muchos padres, los técnicos del clínic se abrieron a la propuesta”, explica Naranjo.

“Tuvimos a 26 chicas y a 14 chicos con edades comprendidas entre los ocho y los 18 años”, comenta el director del clínic, que además apunta que algunos de ellos procedían de las provincias de Huelva y Badajoz. La coincidencia de los dos géneros en el grupo ayudó a Naranjo y a sus compañeros a cumplir con otro de los objetivos del evento: el de promover la igualdad dentro del deporte. “Consideramos un valor añadido la interrelación que existió entre ellos y ellas durante la semana”, señala.

Sin embargo, especifica que el leit motiv fundamental del curso era “que los niños tengan mucha más información técnica, didáctica y práctica para el día a día de los entrenamientos”.

Todo esto no hubiera sido posible sin un equipo de profesionales a la altura. Durante los cinco días, Naranjo trabajó codo con codo con Daiana Borrego, Rafa Martín, Álvaro González, Estefanía Moreno, Andrés Gamino y con las jugadoras del Betis Féminas Priscila Borja y Ana González. “El cuadro técnico es un lujo”, recalcó el director.

El clínic arrancó el lunes con unos test de evaluación en los que se intentaba detectar el nivel y la capacidad de cada niño, aunque de forma “subjetiva”, en palabras de Naranjo, quien comenta que muchos de los participantes “no habían jugado nunca al fútbol” y puntualiza en el caso de una chica que practicaba atletismo y que destacó en la prueba de salto vertical.

En cualquier caso, la mayoría de niños y niñas sí había tenido contactos previos con el fútbol. “El 80% estaban federados y sólo un 20% está aprendiendo lo que es este deporte”, concreta.

Las jornadas comenzaban a las 9:00 con los entrenamientos, se interrumpían a las 11:30 para el desayuno y continuaban a las 12:15 con los talleres didácticos. El traumatólogo Francisco Gallardo, el nutricionista Luis Morán y la directora deportiva del Sevilla Femenino, Amparo Gutiérrez, fueron algunos de los oradores.

“Las charlas didácticas buscaban sensibilizarlos en la importancia de otros campos que también intervienen en el juego, como son el académico, el nutricional, la prevención de lesiones,... Es un pequeño paso más hacia el crecimiento del fútbol femenino a nivel sevillano, andaluz y nacional”, valoró Gutiérrez, quien también consideró que fue la diversidad del equipo técnico del clínic lo que más “enriqueció” a los niños.

Para la directora deportiva del Sevilla, el hecho de que la mujer se incorporase definitivamente al fútbol era “cuestión de abrir la lata”. “El cambio de mentalidad y la profesionalización de los clubes y las jugadoras se está traduciendo en el terreno de juego en calidad y rendimiento”, afirma. “Y ese rendimiento es lo que está convirtiendo el fútbol femenino en algo atractivo para medios de comunicación y patrocinadores”, añade.

Al final de cada jornada, la sonrisa en el rostro de Pablo Naranjo era amplísima. Y esa misma sensación de plenitud desprendían sus compañeros, porque la vitalidad de los más pequeños se contagia en cuestión de segundos. “La incorporación de la mujer al mundo del fútbol también ha sido posible gracias a los técnicos y las técnicas que han transmitido sus valores y capacidades”, concluye.

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