La recién concluida década entronizó al Sevilla como el mejor equipo en la Copa del Rey. Pese a los muy decepcionantes inicios de siglo, con eliminaciones en primera ronda a manos de Osasuna, Xerez y Ciudad de Murcia, a partir de 2003 en Nervión se acostumbraron a disputar por norma los cuartos de final del torneo del KO. Desde entonces, eliminatoria en que volvió a caer frente a los pamplonicas, el Sevilla comenzó a acumular el crédito que lo llevó a ganar dos títulos, los del pasado curso y 2007. Por ello y por la recuperada confianza, con la racha de cuatro triunfos consecutivos, el vigente campeón viaja hoy a Villarreal sin miedo al equipo de moda en España, al que manda en la Liga que dejan para los demás Barcelona y Real Madrid.

El equipo de Gregorio Manzano ha recuperado la confianza al son de los triunfos, en lo que también tendrá algo que ver la recuperación de Jesús Navas y Luis Fabiano y el excepcional estado de forma de Kanoute. El aire ha cambiado, las sensaciones son otras y el Villarreal, que recibe elogios por su juego incluso perdiendo, como le ocurrió en el Santiago Bernabéu, no parece un muro infranqueable. Entre otras cosas porque el Sevilla eliminó en los dos cursos precedentes a otros contrincantes que también llegaban lanzadísimos a esta ronda de cuartos de final: Deportivo y Valencia. La Copa continúa siendo un aval inmejorable para los de Nervión y a ello se agarrarán, junto a esa nueva sensación de equipo, en esta igualadísima eliminatoria que se abre mañana en El Madrigal.

Según el Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (Cihefe), el Sevilla es el que más puntos acumula en la primera década del siglo XXI en la Copa. Suma 109 puntos, por delante de Atlético (97), Barcelona (95), Deportivo y Mallorca (86), Real Madrid (84) y Athletic (75). Además de los títulos de 2007 y 2010, el empuje copero del Sevilla queda acreditado por las semifinales que disputó en 2004, con una apretadísima eliminatoria frente al Real Madrid, y en 2009, con aquella frustrante derrota en un abarrotado San Mamés al que Joaquín Caparrós supo llevar a su adecuado punto de ebullición.

Otro dato que avala el optimismo sevillista es que los inmediatos precedentes presentan circunstancias muy similares a las de los actuales cuartos de final, que el Sevilla sacó adelante. En 2009, antes de la decepción bilbaína, el Sevilla visitaba en la ida de cuartos a un Valencia que era cuarto en la Liga. Y el apretado 3-2 de Mestalla lo hizo bueno en la vuelta Squillaci en el último suspiro marcando el 2-1 que daba el pase a semifinales en el minuto 90. Y el curso pasado, la visita a Riazor llegó con el Deportivo como equipo revelación, cuarto en la Liga. Pero el Sevilla solventó allí con un contundente 0-3 (0-1 en la vuelta). Mañana se abre una nueva cita de Copa, el torneo que tantas alegrías viene dando en Nervión.