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El meollo antes que las alas

  • El Sevilla necesita reforzar la columna vertebral con jugadores con carácter y oficio más que otros puestos. Excesiva juventud y falta de personalidad de centrales y pivotes, clave.

La tarea de la reconstrucción de un edificio pasa, antes que nada, por el saneamiento o sustitución de los cimientos. Cualquiera que entienda el fútbol como un deporte en el que nada o muy pocas cosas ocurren por casualidad sabe que un equipo con columna vertebral sin un mínimo de solidez lo puede pasar muy mal en una competición larga como pueda ser la Liga.

El Sevilla ha dado señales para pensar que es un equipo invertebrado. Hay varias claves que suelen coincidir: una irregularidad preocupante (rendimiento nada coincidente en casa y fuera), incapacidad para dominar los partidos aun con el marcador a favor, impotencia para remontar una adversidad o un marcador en contra… en definitiva, poca fiabilidad. Así, a la hora de la renovación de la plantilla que debe hacer frente la dirección deportiva, el Sevilla tiene -o debería tener- una premisa clara: dotar de consistencia a una línea central que no cuenta con los jugadores idóneos. Mucha juventud y poca experiencia en puestos claves para el sistema defensivo como son los centrales y los pivotes aconsejan que la mayoría de los refuerzos que deba hacer el Sevilla sean de esa columna vertebral. O al menos donde debería redoblar sus esfuerzos.

En el resto, la plantilla cuenta con efectivos en principio suficientes, aunque es normal que deban llegar algunos adornos. Los laterales parecen bien cubiertos con Coke y Cicinho en la derecha y Fernando Navarro y Alberto Moreno en la izquierda, al margen de que Luna debe reincorporarse al equipo. En los extremos sólo la marcha de Jesús Navas plantea alguna incógnita en cuanto a su sustituto. El club incorporó a Stevanovic en enero, pero el serbo-bosnio plantea dudas, Rabello tampoco deja de ser un proyecto que además mejora su juego por el centro y sólo la presencia de Reyes, que podría jugar ahora en la banda en la que más destacó en el Atlético, ofrece garantías. Sin olvidar la posibilidad, aunque muy remota, de lograr la cesión de Deulofeu.

En la banda contraria, todo está incluso más cubierto. Reyes sigue siendo una realidad, Alberto Moreno está también ahí y aparece la figura de Luis Alberto, aunque el gaditano puede rendir más incluso como mediapunta como alternativa a Rakitic. Y todavía hay más, pues el suizo-croata es otro jugador que puede aparecer por la izquierda.

Arriba, si continúa Negredo en la plantilla, Emery lo que ha pedido es un hombre gol que ofrezca garantías cuando el vallecano no esté o para que ofrezca alguna alternativa al codiciado internacional español, que puede quedarse en el Sevilla. Helder Postiga por Babá es la clave.

De esta forma, donde de verdad el Sevilla necesita acertar es en el centro de la defensa y en el centro del campo, para más señas, la columna vertebral. En la última derrota del equipo de Emery fuera de casa, en Pamplona, ninguno de los que jugaron en estos cuatro puestos llegaba a los 25 años. Pero no es eso lo importante, sino que la personalidad era una virtud poco presente en ninguno de estos jugadores, si acaso Cala, aunque un factor como saber que se juega el puesto en partidos esporádicos acaba mermando el rendimiento en estos puestos de gran responsabilidad.

No es casualidad que José María del Nido el pasado martes repitiera varias veces que desea tener a "25 Martís en mi plantilla". Es el perfil que el Sevilla busca de cara a la próxima temporada. La excesiva juventud de Kondogbia, la falta de autocontrol que exhibe Medel, aparte de que el club espera recaudar una cifra interesante de dinero por alguno de ellos dos, hace indispensable que Monchi afine con ese perfil de futbolista. Maduro se acercaba algo al prototipo, pero una alarmante falta de ritmo lo condenó a casi no tener opción de agarrar la titularidad.

En el centro de la zaga pasa igual. Ninguno de los dos centrales que empezaron la Liga, Fazio y Spahic, terminaron jugando. El stopper argentino no seguirá salvo sorpresa y el bosnio volverá si el Anzhi no ejerce la opción de compra, pero su integración no fue la idónea y la experiencia y el carácter que el Sevilla buscaba cuando lo fichó no fueron lo determinantes que se esperaba.

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