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Las mil maneras de ganar

  • La conexión Reyes-Gameiro mitiga el día de unos pivotes muy aculados.

Este Sevilla de Emery que va de récord y que aun así puede quedar quinto con más de 70 puntos -el Deportivo ganó una Liga con 69 y el Valencia con 75- tiene una virtud que no tiene precio, la de ganar de mil maneras. Y en no pocas de ellas, el rival pierde tras someterlo, rematar más, sacar más córners. Como ayer. En esta ocasión, la firma de la victoria la puso Reyes, el jugador con más calidad técnica de la plantilla pero que figuraba relegado a un segundo plano en las últimas jornadas. Dio un pase mágico en el 0-1, remató con su pierna menos buena en el 0-2 y fue bueno hasta en su ausencia: sin él, el Sevilla perdió salida y sufrió más.

 

Defensa

Esta vez le tocó a Diogo Figueiras cubrir el flanco derecho. Pero no fue por el costado que defendía el portugués por donde se originaron los conatos de peligro. En la siniestra, Tremoulinas volvió a dejar muy patente que si es internacional absoluto por Francia es por su capacidad para subir la banda y servir primorosos centros al área. Los conceptos defensivos los tiene más cogidos con alfileres. El Zhar, con sus giros eléctricos, le dio la noche. Y encima, contó con el apoyo desde atrás de Morales, un lateral con chispa y desparpajo.

Los pivotes, Krychowiak y Carriço, se vieron sorprendidos por la agresividad de los granotas, lanzados por esas dos turbinas que son Sissoko y Simao. Los balones divididos y rechaces empezaron a caer más a las botas de los locales y la defensa blanca, definitivamente, plantó la línea más atrás de lo que le hubiera gustado.

No rectificaron Carriço y Krychowiak tras el descanso, prefirieron acularse entre los centrales en lugar del cuerpo a cuerpo en campo abierto. Y encima, Vitolo desprotegió el ala izquierda. De poco sirvió que Emery metiera a Fernando Navarro por el desorientado Tremoulinas (57').

Al Levante le resultó muy fácil llegar al costado del área y colgar balones a la olla, muy bien tocados por Morales, Rubén o El Zhar. Como tampoco Pareja tuvo su mejor noche por arriba y a Kolodziejczak le cuesta buscar la fricción, el choque, la insistencia granota halló premio.

Ataque

A Reyes le hace falta muy poco para provocar un fuego. Su magistral pase a Gameiro lo define. Desarma el entramado más concentrado y agresivo, como era el caso. Gameiro, que es un matador y al que le hace falta muy poco para armar la pierna, agradeció su primoroso servicio.

El utrerano fue el epicentro ofensivo con el respaldo del francés, sobre todo, y de Vitolo e Iborra sólo en la primera media hora. Luego, la salida se fue acortando hasta que salió Bacca. Los laterales apenas se proyectaron esta vez.

Virtudes

Esa capacidad para saber sufrir. Y los mil caminos para ganar. Ayer, con la chistera de Reyes.

Talón de Aquiles

Los pivotes se dejaron ganar el pulso. Un agujero por la izquierda.

Unor por uno

Sergio Rico Lo ya visto: se estira a un lado y otro, cubre portería y rechaza o bloca, pero le cuesta mandar, gritar e imponerse en las salidas.

 

Figueiras Más entonado que de costumbre atrás, sin cometer errores. Arriba, poco.

 

Pareja Crispado y con el mando perdido.

 

Kolodziejczak A veces se pasa de limpio. Un central tiene que chocar e ir con todo.

 

Tremoulinas Entre sus limitaciones defensivas y la falta de apoyo. 

 

Carriço Demasiado abrigado atrás. Debió dar un paso.

 

Krychowiak Otro al que le faltó su habitual despliegue.

 

Reyes Sacó su magia para encauzarlo todo. Sin él, el Levante apretó ya con todo.

 

Iborra De más a menos, con peinadas de las suyas. Por abajo, más discreto.

 

Vitolo No paró de trabajar, pero descuidó el ala izquierda.

 

Gameiro Gol de killer. Gestó el segundo al ir a robar con fe.

 

F. Navarro Algo más seguro.

 

Aleix Vidal No se notó.

 

Bacca Desahogó. Control y zambombazo al larguero.

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