La selección española visitará hoy a la modesta Liechtenstein con el propósito de dar un paso más hacia el Mundial de Rusia 2018, conseguir una goleada que aumente su margen ante Italia y reforzar sus buenas sensaciones.

Todavía permanecen vivos los ecos de la goleada 3-0 lograda el sábado por el combinado de Julen Lopetegui ante Italia. No fue sólo el excelente resultado, que dejó a España con pie y medio en el Mundial, sino el juego exhibido, tan lleno de autoridad y hermoso por momentos.

El proyecto de Lopetegui logró un enorme respaldo en ese partido. Además de recuperar la variante de jugar sin delanteros, mantiene como esencia el fútbol de toque. A ello ayuda un grupo de jugadores donde los veteranos todavía están en forma y se van sumando piezas cada vez más integradas como Isco, De Gea, Carvajal, Koke y más.

Tabla del partido.

Todas estas circunstancias están propiciando que la hinchada española vuelva a reengancharse con su selección, algo que parecía lejano hace poco más de un año, cuando el combinado que entonces dirigía Vicente del Bosque se marchó de la Eurocopa en octavos de final tras caer precisamente ante Italia por 2-0 sin ofrecer demasiada respuesta.

España manda en el Grupo G europeo con 19 puntos en siete partidos, tres más que Italia. Junto a ello, tiene una diferencia de diez goles respecto de su perseguidor por si el cuadro acabara en empate por el primer puesto, el único que da la clasificación directa para la cita de Rusia.

Ahora, a falta de tres jornadas para el final de la fase de clasificación, le toca Liechtenstein, colista del grupo y todavía sin puntos. Después recibirá a Albania y cerrará con un viaje a Israel. Un recorrido que parece más que asequible. En la teoría, le deben bastar dos triunfos en esos tres encuentro para meterse matemáticamente en el próximo Mundial de Rusia.

"Estamos contentos pero no satisfechos porque no estamos clasificados", recordó Lopetegui tras la goleada a Italia. Fueron palabras que reflejaron su respeto a los códigos del fútbol, por más que sea casi una quimera pensar que España puede quedarse fuera del Mundial a estas alturas.

Liechtenstein es el sexto país más pequeño del mundo y un rival propicio para que España consiga tres puntos y un buen saco de goles. Hace casi un año logró ocho ante el mismo rival, lo que habla de la diferencia entre los dos conjuntos.

Fue precisamente el inicio de la fase de clasificación de España al Mundial 2018. Era, además, el primer partido oficial de Lopetegui, tras el buen estreno en un amistoso en Bélgica, y lo saldó con un 8-0 que deja el balance total de sus siete partidos en 31 tantos a favor -una media de más de cuatro por partido- y ninguno en contra.

Es fácil pensar que Lopetegui renovará el equipo que goleó a Italia, pues parece conveniente intentar implicar a todo el grupo en el objetivo común de clasificarse para el Mundial y armar un bloque sólido tanto en lo moral como en lo futbolístico.

Así, es probable que entren jugadores como Nacho Fernández, Thiago Alcántara o Álvaro Morata, entre otros. Quien no podrá estar es el veterano David Villa, la novedad de la convocatoria de Lopetegui después de tres años sin actuar en la selección española.

El delantero del New York City, de 35 años, sufrió una leve elongación en su musculatura aductora y abandonó la concentración. Una pena para él, pues el encuentro ante Liechtenstein permitía pensar en él como titular.

De cualquier forma, Liechtenstein debería ser un paso más, y hasta agradable, camino de Rusia. Lo más parecido a un trámite de una selección española cada vez más firme en sus convicciones futbolísticas.