Croacia - España | Crónica

¡España le gana 3 veces a Croacia! (3-5)

  • La selección de Luis Enrique se mete en los cuartos de final con todo merecimiento a pesar de su empeño en rondar la derrota

  • Optimismo, Morata llegó a parecerse a Van Basten en el 3-4, qué más se puede pedir

  • El otro partido del día: Francia no quiere ningún sobresalto ante Suiza

Los jugadores de la selección felicitan a Sarabia, autor del gol del empate.

Los jugadores de la selección felicitan a Sarabia, autor del gol del empate. / Efe

Bien está lo que bien acaba. España jugará los cuartos de final de esta Eurocopa 2020 después de haber tenido que ganar hasta tres veces el partido contra una Croacia visiblemente inferior, pero que fue capaz de poner contra las cuerdas a la escuadra de Luis Enrique. Mas no, que nadie piense que ésta es una visión negativa de los hechos, el resultadismo impide a quien esto suscribe ponerle un pero a un partido en el que el turco Çakir anotó en el acta final un 3-5 favorable a la selección española. A partir de ahí se puede debatir de todo, pero nada alterará que serán Luis Enrique y los suyos quienes se desplacen hasta San Petersburgo para jugar los cuartos de final mientras los croatas pueden iniciar sus vacaciones.

Punto uno para que todo quede claro desde el principio en este relato de los hechos. España acumuló méritos de sobra para ganar estos octavos de final contra Croacia, fue infinitamente superior a los ajedrezados en lo referente al fútbol que nadie podrá discutir su triunfo. Sin embargo, sí quedan las dudas por su especial empeño en perder cuando ya parecía que había encarrilado el triunfo, particularmente cuando se puso con uno a tres a falta de un cuarto de hora escaso.

Sólo la propia España podía dejar escapar la oportunidad y así se evidenció cuando se dio una circunstancia casi idéntica en esa prórroga que nunca debió haber llegado. Ahí, con la lección aprendida, el hombre no fue el animal que tropieza dos veces en la misma piedra. La selección sí supo mover la pelota de un lado a otro, entonces, hasta que los croatas sencillamente tiraron la toalla por impotencia de tanto correr detrás del esférico.

Un par de retoques en el once fue la elección de Luis Enrique para el arranque y España se comió a Croacia, pero Koke y Morata fallaron dos goles clarísimos y llegó el regalo

Con defensas del estilo de Laporte o Pau Torres, paradójicamente mucho mejores a la hora de convertirse en organizadores desde atrás que en lo referente a proteger a Unai Simón, todo lo que sea regalar el balón al adversario es una auténtica temeridad y así lo supo entender Luis Enrique y su cuerpo técnico. Claro que se entiende que los croatas también juegan y quemaron las naves en ese arreón final de los 97 minutos iniciales, pero bastaba con tratar con cariño al balón, algo que no hicieron los españoles en unos minutos que pudieron ser letales.

Porque Croacia se creció tanto que incluso llegó a tener mala suerte en el tramo del arranque de la prórroga. Toda la fortuna que se les había aparecido con anterioridad les dio la espalda y ahí Unai Simón sí salvó a los suyos con una excelente parada a Kramaric, aunque fue más error del atacante que otra cosa. No se puede fallar un gol así en un partido de semejante tronío por mucho mérito que tenga el portero.

España supo sufrir en ese tramo y en un plis plas los hombres de refresco, los que no habían funcionado para nada, la sacaron del aprieto, particularmente ese Dani Olmo con educación futbolística croata. El rubio extremo destrozó a sus amigos. Primero, con un pase a Morata en el que el madrileño, por fin, pareció el mismísimo Van Basten en su resolución. Control orientado y empalme con violencia al techo de la red.

Después del uno a cero hasta Busquets cometió errores en las entregas, pero España supo ser fiel a sí misma y le dio la vuelta al marcador en el segundo periodo

Un golazo para que España viera ya las cosas de otro modo. Porque Dani Olmo no dejó de destrozar la zona de Gvardiol y apenas un par de minutos después le servía un balón de dulce a Oyarzabal. Éste resolvió de forma maravillosa y España volvía a colocarse con un colchón de dos goles a su favor.

Ya no se podía escapar aquello de nuevo y no lo hizo, aunque después de haber arrancado por el final sería conveniente irse al principio de todo, a veinte minutos de un juego prometedor por parte de España en el arranque, aunque con la tara siempre presente de no aprovechar lo que genera para aniquilar al adversario. Lo debieron hacer Koke y Morata con todo a favor, pero fue increíble que no acertaran.

Y peor aún sería la manera en la que España comenzaba a perder el partido por primera vez. Un pase atrás de Pedri hacia Unai Simón, el portero vasco trata de controlarlo y se desprotege para que la pelota entre de una manera harto cruel. Todo el buen fútbol de partida se diluía de golpe con ese mazazo.

Con uno a tres y los croatas quemando las naves, a España le faltó humildad para entender que aquello no había acabado y que debía seguir tocando el balón

Afortunadamente, quedaba mucho tiempo por delante y la selección, después de un rato de serias dudas, supo ser fiel a sí misma después de un cuarto de hora casi noqueada en el que hasta Busquets se hizo irreconocible con sus errores. Pero el fútbol que tienen los hombres de Luis Enrique volvió y Sarabia le puso la firma para el empate antes del intermedio.

La cosa siguió igual en el segundo periodo y España ya se movía a una distancia casi sideral de Croacia cuando Azpilicueta hizo un gol excelente y no sólo por el remate, sino por el control orientado en el pase de Unai Simón para romper toda la presión croata. Ahí nació todo y el navarro lo confirmó con su excelente cabeza previa magnífica intervención de Pedri y Ferran Torres.

La prórroga se inició con una gran parada de Unai Simón, pero la selección sí fue efectiva con el golazo de Morata e hizo lo que debió hacer antes, tocar y tocar

España ya había encauzado la cosa y después debió finiquitarla con la picardía de Pau Torres en el pase a Ferran para que éste definiera de forma casi perfecta. Con el uno a tres debió acabarse aquello, pero esta selección vive en una situación un tanto extraña. Por un lado, bendita, que sea una familia así; por el otro, casi esquizofrénica, que sea capaz de autolesionarse de esa manera.

Bueno, se vuelve al arranque y sólo queda festejar la manera en la que se finiquitó todo. España derrotó tres veces a Croacia y jugará con todo merecimiento los cuartos de final de esta Eurocopa. Si a esto se le suma que Morata llegó a recordar a Van Basten, quién puede dudar de que el horizonte se ha despejado y permite que seamos de lo más optimista. Ojalá todo siga igual.

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