La derrota bética en Burgos del pasado domingo fue una dolorosa ocasión perdida. El Betis Energía Plus dispuso en tierras castellanas de la oportunidad de haber asestado un gran golpe en su intento de abandonar la zona más baja de la tabla después de caer en casa contra el Barcelona y ahora, colista de nuevo, vuelve a verse con urgencias en su visita a Vitoria. Nada menos que la capital alavesa como plaza para la disputa de la decimoséptima jornada, última cita de la primera vuelta.

Finalizada aquella racha de cuatro victorias que completó en su particular hazaña del mes de diciembre, el equipo entrenado por Óscar Quintana vuelve a notar el aire helado de los sótanos de la ACB. No haber hecho los deberes contra el Burgos, recién ascendido como el Betis y adversario directo en la batalla por la permanencia, conmina ahora a los verdiblancos a contrarrestar el revés con una proeza. Y qué mayor proeza que ganarle a todo un Baskonia después de diez campañas volviendo de vacío del Fernando Buesa Arena.

La primera vuelta concluye, pues, con el equipo cajista visitando a uno de los miembros de la categoría Euroliga, un Baskonia ya repuesto de un comienzo titubeante mientras se condujo a las órdenes de Pablo Prigioni. Las consecuencias de tal irregular inicio las van a sufrir esta tarde los jugadores verdiblancos, quienes deberán batirse ante un equipo sin plaza aún definitiva para jugar la Copa del Rey y que llega al ecuador de la competición tras encadenar tres derrotas seguidas -dos en la Euroliga y contra el Tenerife el domingo pasado-. Estas circunstancias harán que el equipo vitoriano, dirigido por Pedro Martínez, peleará el triunfo como si le fuera la vida en ello.

La motivación del Baskonia está pues fuera de toda duda. Luego está lo demás. Para empezar, poco puede comentarse que se desconozca sobre el entrenador local, cuya acreditada cualificación fue culminada la pasada temporada con la conquista de la Liga Endesa con el Valencia, además de los subcampeonatos en la Eurocup y la Copa del Rey. El técnico barcelonés, quien entrenó al Caja en la temporada 07-08, ha sabido engrasar la maquinaria vitoriana, que, como en el caso bético, comenzó la temporada con numerosos debutantes en la competición española.

No es uno de ellos el ala-pívot Tornike Shengelia, cuya progresión es además notable en las cuatro temporadas en las que lleva enrolado en la entidad de la capital vasca: de los 9,9 puntos por partido que promediaba en la 14-15, el interior georgiano está destapándose en la actual con más de 17 puntos por encuentro. Shengelia es, en efecto, el tercer máximo anotador del campeonato, un registro que combina con ser el tercero mejor valorado y el noveno reboteador de la ACB.

Mucho van a tener que sudar los marcadores del jugador georgiano en esta tarde vitoriana. Lo peor para los intereses béticos es que en su plantilla no consta un cuatro defensor capaz de frenar al ala-pívot baskonista: ni Kelly ni Cruz se caracterizan por unas extraordinarias cualidades defensivas. Las ayudas de los aleros y de los pívots en la pintura serán esenciales pues para intentar secar a la pieza más importante del actual Baskonia.

Por cubrir las posibles fisuras que se abran en la zona no deben descuidarse los peligros del exterior local, pues desde más allá de la línea de 6,75 son capaces de hacer daño jugadores como Voigtmann y Janning, además de los siempre inquietos Beaubois y Marcelinho Huertas en sus movimientos y su capacidad de visionar las líneas de pase. Si los dos primeros ocupan puestos nobles en la tabla de porcentaje de triples, los bases no se quedan atrás en la clasificación de asistencias.

Decía Óscar Quintana en la última rueda de prensa que propondría en el Buesa Arena un partido eminentemente físico. No le cabe otra al equipo bético teniendo en cuenta la capacidad de hacer daño del rival. La táctica persigue asfixiar el aguante de unos baskonistas que han tenido que jugar el miércoles y el viernes en la Euroliga: dos derrotas por la mínima ante el Madrid y el Milano. Será importante la percusión de los béticos de nervio para desestabilizar el físico y ánimo del, por otro lado, largo banquillo vitoriano.

Acude el Betis a la cancha baskonista como el segundo colista que cursa visita en dos partidos. El equipo milanista, último de la Euroliga hasta el viernes, puede servir como una estela que continuar en ese intento de lograr la proeza tras el batacazo burgalés. El Baskonia se juega clasificarse para la Copa del Rey. El Betis, salir del agujero.