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La saturación de Bacca

  • El delantero es el jugador que más partidos y minutos ha jugado en la Liga, por delante de centrales y medios. Emery, que sigue sin contar con Iago Aspas, sólo lo excluye de la Copa.

Hay una regla no escrita en el fútbol que dicta que el delantero debe tener frescura para calibrar su puntería y tener resuello donde más difícil es la precisión. Los delanteros, generalmente, suelen ser los primeros cambios en un partido, ya sea porque el entrenador busca soluciones con frescura y nuevas ideas en el ataque o porque quieren amarrar un resultado sustituyéndolo por otro jugador más capacitado para tapar espacios. Sin embargo, esta ley no se cumple en el actual Sevilla de Unai Emery. La prueba de ello es que Carlos Bacca es el futbolista de toda la plantilla que acumula más partidos y minutos de Liga.

Incluso supera el colombiano a hombres fijos que suelen ser siempre, junto con el portero, los más regulares: los centrales y los medios defensivos. Bacca ha jugado los once partidos de Liga y es el único de los 23 profesionales del plantel que ha sido titular en las once jornadas de Liga, habiendo sido sustituido en cuatro ocasiones, nunca antes del minuto 70 y generalmente después del 80.

Con sus 11 partidos como titular y 944 minutos, llama la atención que el colombiano sea el jugador más usado por Emery en la Liga, superando a Krychowiak (11 partidos, 10 de titular y 906 minutos), Carriço (10 partidos de titular y 900 minutos) y Pareja (10 partidos de titular y 894 minutos). El único futbolista de ataque que se acerca al colombiano es Denis Suárez, quien ha actuado en las once jornadas ligueras también, aunque en dos salió como suplente, y acumula 816 minutos. Claro que el gallego cuenta con un factor a favor para esta continuidad, la edad, sus 20 años frente a los 28 del ariete.

"Bacca tuvo una pretemporada muy ajustada después del Mundial, se ha puesto a punto a base de partidos y minutos, es normal que tenga picos bajos de rendimiento, pero la confianza la tenemos y los goles están ahí", aseguró Emery en vísperas del partido con el Standard de Lieja, en el que marcó el octavo gol del curso (7 en Liga). El técnico había sido preguntado por un bajón en el que influyen otros muchos factores, como su desconexión con un ataque que, en la Liga, ha perdido ligazón arriba.

Aun a sabiendas de ese riesgo de picos bajos, Emery sigue alineándolo. De hecho, también ha actuado en los cuatros partidos de Liga Europa, si bien sólo fue uno titular, ante el Feyenoord, cuando aún no estaba listo Gameiro. Y eso que Emery lo estudia todo al dedillo, como demuestra que Bacca, Krychowiak, Carriço y Pareja, los que más minutos llevan, no han disputado ni uno en la Copa del Rey.

Tras el regreso de Gameiro, el Sevilla cuenta con un amplio abanico de posibilidades en ataque. Las opciones combinativas son muchas, pero Emery sigue sin contar con Iago Aspas, el que menos minutos acumula en la Liga (62 en cinco suplencias testimoniales), pese a que en las escasas oportunidades de las que ha gozado en Europa y la Copa ha demostrado que tiene gol y, sobre todo, que ofrece otro tipo de juego, más dinámico, más al espacio, más combinativo... Quizá lo que necesita el Sevilla o hasta el propio Bacca, quien ante el Levante tiró muchos desmarques sin que ningún compañero los leyera y lleva una racha de partidos en los que no conecta con los atacantes blancos, a los que Emery requiere compromiso. "El míster no está pidiendo que trabajemos en defensa", dijo Bacca tras el partido con el Standard.

Entre una cosa y otra, la saturación de minutos, el cúmulo de partidos, el escaso descanso entre el Mundial y una temporada que empezó con la Supercopa de Europa el 10 de agosto, Bacca puede correr el riesgo de saturarse, porque además ha realizado largos viajes con su selección, como los que hizo para jugar amistosos en Nueva York y Nueva Jersey. Al menos, para los amistosos de este parón no debe abandonar Europa: Colombia juega en Londres y Liubliana.

El domingo Bacca gozó de pocas ocasiones de gol por la obturación ofensiva de un equipo que no supo cómo jugarles a los veteranos y corpulentos defensas granotas. Y en las que tuvo adoleció de falta de la frescura necesaria en el área, como la ocasión en la que optó por disparar tras superar a Mariño en posición escorada en lugar de dejársela franca a Deulofeu. Para esa clarividencia hace falta tener la mente y las piernas frescas. ¿Las tiene Bacca?

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