Copa del rey

Un sueño entre tinieblas (3-1)

  • Un gol de Bacca en el 91 desentierra las opciones del Sevilla, demasiado permisivo ante un Espanyol que rentabilizó su intensidad para ponerse 3-0. Denis Suárez pudo encender la luz en la última jugada, pero falló.

Si el Sevilla va de verdad a por esta Copa, como se intenta transmitir desde el club y el propio equipo, no lo demostró en absoluto en el Power 8, en Cornellá, ante un Espanyol que cuajó un encuentro muy completo y aprovechó las concesiones de un equipo que se dejó su solvencia defensiva en la caseta merced, quizás, a una elección de piezas poco adecuada y a una escasa reacción táctica. Con todo, Denis Suárez pudo dejar la semifinal a un gol cuando se rascaba ya el 93, pero lanzó alto y el tanto de Bacca dos minutos antes desenterró las opciones del Sevilla, que había ocultado su sueño entre unas tinieblas terroríficas.

No hace falta jugar mal para hacer un mal partido, basta leer mal lo que el partido demanda, elegir unas piezas sobre otras y no cambiarlas o simplemente otorgar al rival el punto de intensidad que te hace llegar una centésima antes al balón. El Sevilla tuvo ocasiones, pero concedió aún más. Intentó tener el balón, pero no lo conservó. Pareció apostar por las bandas, pero jamás entró por allí. Quiso mandar con ese centro del campo experimental que triunfó en Almería, pero esta vez la combinación Iborra-Coke no funcionó y además propició mucha distancia respecto a Pareja y Arribas, detalle que se convierte en jaque mate en el caso del segundo.

Total, que lo que empezó como un pulso en el que el Sevilla se sabía mejor y se convenció de que buscando el gol acabaría volviendo con un buen resultado pudo acabar en drama como aquel de San Mamés cuando la bravata de Del Nido. A la contra, el Espanyol hacía un daño tremendo con Sergio García impidiendo siempre que le fijaran la marca, y una segunda línea que avanzaba como aviones ante la defensa del Sevilla.

Pronto, apenas pasado el cuarto de hora, se empezó a torcer todo. Caicedo recibe equidistante de los mediocentros y los centrales, Pareja recula y el ecuatoriano tiene tiempo de orientarse y lanzar un zurdazo espectacular a la escuadra. Buen gol, pero algo de pasividad visitante.

Lo puede remediar Denis con una falta que se traga Pau López y da en el larguero, pero es el Espanyol quien podrá ampliar renta con dos paradas de Sergio Rico, el mejor de largo esta vez en el Sevilla, ante Victor Álvarez y Sergio García. Entre ambas acciones, Vitolo cree estar en fuera de juego y en realidad está solito ante Pau... Pues eso, la intensidad.

Sale Bacca por Reyes en el entreacto y poco cambia. Gameiro sigue ausente, el centro del campo aún está en poder del Espanyol y atrás hay demasiados metros y demasiadas dudas. En pleno asedio sevillista, una buena contra del Espanyol acaba en centro raso de Sergio García y con Sergio Rico sacando el remata cercano de Víctor Álvarez.

Entra Deulofeu por Vitolo buscando desborde, pero la mejoría tampoco llega. En un salto, hay una falta bastante clara a Iborra y en la prolongación de la jugada Arribas corona una noche aciaga con unas manos en el área que el ex bético y capitán del Espanyol convierte en el 2-0.

El Sevilla totalmente KO y un cuarto de hora por delante. Sergio Rico tiene que sacar un mano a mano a Stuani y salvar ante Lucas Vázquez, pero ya es demasiado y Sergio García deja solo a su compañero, habilitado por Arribas. A éste lo supera en carrera y a Sergio Rico cruzando suave. 3-0. Horror y terror.

El tema puede ser aún peor pero el Sevilla poco tiene ya que perder y se vuelca sin rifarla. Pau sale a por uvas pero Iborra remata fuera. El salvavidas no llega...

La estrategia. ¡Ay la estrategia! Saque de banda que peina Iborra y Aspas entra al remate (cambien los nombres y es como aquel gol en Valencia...), el Espanyol cierra y en un monumental barullo hay penalti a Arribas y un balón suelto que Iborra remata, saca Lucas Vázquez bajo palos y Bacca ya no perdona. 3-1. Algo de luz entre las tinieblas. En el colmo del desorden, el Sevilla puede encender la lámpara a quince segundos del final, pero Denis Suárez no acierta a rematar en condiciones encarando ya a Pau y el milagro se quedó a medias. Demasiado pedir.

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