La falta de tacto de Óscar Cano con el pedigrí bético

El Betis B se juega muchísimo en el partido del próximo domingo ante el UCAM Murcia (18:30, ciudad deportiva), pues si remota el 2-1 encajado en la ida volverá a ser nuevo equipo de Segunda División B. Y mientras la afición se vuelca con el equipo agotando las 2.500 localidades que el club puso a la venta, Óscar Cano aprovecha para sacar pecho de su trabajo y criticar a los que se han mostrado muy críticos con él.

"La gente que quería entrar en el club ha usado los medios de lanzadera. Nos han linchado a Fradua y a mí, pero el grupo ha superado críticas. No hago populismo, ni me doy golpes de pecho por el ADN bético. Hay muchos intereses", dijo el técnico granadino en La Jugada de Sevilla, mostrándose muy crítico con los béticos que no han estado de acuerdo con su trabajo. Y de esto se ha dado cuenta una afición que espera el ascenso de su equipo por el trabajo y el esfuerzo de sus futbolistas, y sobre todo porque es positivo para el club, pero si se asciende no será recordado Cano por la parroquia bética como un excelente entrenador.

El filial, como se le exigía, ha finalizado líder -se le puede considerar como el único equipo profesional del Grupo X-, pero eso no oculta el aburrimiento que ha pasado la parroquia heliopolitana en los partidos del Betis B disputados en la ciudad deportiva, los pésimos planteamientos dispuestos por el preparador granadino sobre el campo, con mimbres suficientes para agradar más; el caso Juanma, y la vergüenza que supuso para el bético caer derrotado en los dos partidos con el Sevilla C (1-4 y 2-1), segundo filial sevillista. Datos que hacen ver la auténtica realidad de un segundo equipo bético que roza el ascenso.