Liga Santander | La Pelota de Papel

Un temor extendido

  • La reciente derrota del Girona ante el Villarreal amplía a siete el número de equipos implicados en la lucha por evitar el descenso

La arena se agota en la cavidad superior del reloj que corresponde a esta Liga. Restan sólo seis jornadas y salvo por el Barcelona, que espera en calma el alirón para marchar a Canaletas, hay estrecheces a todas las alturas de la tabla clasificatoria. Vivirán con especial angustia ese sprint final quienes pelean por mantener la categoría. A 16 de abril, son siete equipos los que temen al mal del descenso.

Pelota ascenso Pelota ascenso

Pelota ascenso / Dpto. de Infografía

El que más lejos ve la superficie es el Huesca, cuyos errores en las áreas sólo le han permitido sumar 25 puntos hasta la fecha. No ha sido nada fácil el debut en la élite de la escuadra altoaragonesa, que, si bien aparenta más entereza desde que Francisco Rodríguez sustituyó a Leo Franco, no ha logrado traducir esa mejoría en resultados positivos. “No puedo estar contento si no ganamos”, gruñía el técnico almeriense tras el empate en El Alcoraz ante un líder con muchísimas bajas. Sólo cuatro partidos ha ganado el colista desde el 9 de octubre, fecha en la que se dio el relevo en el banquillo. Pese a este raquítico bagaje, los oscenses tienen la salvación a siete puntos.

27 tiene el Rayo Vallecano, que ha arrastrado otros problemas. El cuadro madrileño ha demostrado capacidad para agitar los partidos desde que comenzó la temporada, consiguiendo tutear a equipos de la zona alta. E incluso ha visto cómo Raúl de Tomás golpea en Primera casi tanto como en Segunda. Pero ese zarandeo que ha imprimido a los encuentros –sin obviar el nivel de sus defensores– le ha perjudicado a menudo. Con 57 tantos en contra, los rayistas son el equipo más goleado de la Liga. Desde el club han intentado voltear la situación con Paco Jémez, que firma una victoria, dos derrotas y un empate en cuatro envites al mando.

Como el Rayo y el Huesca, el tercer inquilino de las posiciones de descenso es también un equipo recién ascendido, el Valladolid. Cuatro puntos por encima de los vallecanos, los hombres de Sergio González llegan al último mes del campeonato en riesgo. Aunque realizó una buena primera vuelta, el conjunto pucelano ha acusado la falta de gol en la segunda. Ni Ënes Unal, ni Óscar Plano ni Sergi Guardiola han estado atinados en la finalización de la jugada. Y tampoco hombres de segunda línea están aportando gol. Con 24 dianas, los vallisoletanos son el único equipo que no ha alcanzado aún la treintena. En todo caso, están a un único punto del decimoséptimo lugar.

Ese escalón lo ocupa, por el momento, el Celta, que cuenta con una ventaja competitiva respecto a la mayoría de sus rivales en esta pugna: Iago Aspas. Si durante varios meses vio desde la enfermería cómo su equipo deambulaba a la deriva, el delantero de Moaña ha vuelto a todo gas. En ese intervalo de tiempo, Miguel Cardoso fue destituido tras llevar al equipo a perder nueve partidos en catorce jornadas. En ésas llegó Escribá, que intentó sin éxito dar un viraje al rumbo del cuadro celeste. Afortunadamente para el técnico, Aspas volvió a la hierba. En el poco tiempo que lleva compitiendo, éste no sólo le ha dado puntos al Celta; lo ha rescatado anímicamente. Las dos remontadas ante Real Sociedad y Villarreal, en las que hizo cuatro goles, hacen volver a creer a los vigueses.

Un punto por encima figura un equipo a la baja, el Levante. Si Paco López consiguió aliviar la situación del cuadro valenciano la temporada pasada, en ésta no ha sido capaz de hacerlo rendir de un modo sostenible. La fragilidad defensiva está complicando a un equipo que no gana un partido desde el 16 de febrero. Los dos próximos, en el Ciutat de Valencia ante Espanyol y Betis, se antojan fundamentales para ellos.

Al igual que el Levante, 33 puntos tiene el Villarreal, un conjunto que en agosto parecía estar confeccionado para pelear por las plazas que dan acceso a la competición europea. El retorno de Gerard Moreno incluso empujaba a algunos a apostar por los amarillos de cara al cuarto puesto. Sin embargo, su deficiente dirección técnica, el bajo nivel de algunos futbolistas en la parcela defensiva y la propia fortuna han llevado al Submarino a temer al descenso. Ni siquiera el resucitado Santi Cazorla ha podido hacer carburar a un equipo que ha arrastrado problemas durante todo el curso.

El último implicado es el Girona. El cuadro catalán ha llegado tranquilo a los últimos meses del campeonato, pero sus últimos resultados lo han metido de lleno en la pelea. Los de Eusebio están echando en falta goles, una carga que parece llevar a solas Stuani.

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