La tarifa eléctrica por horas entra en vigor para 5,2 millones de hogares
La factura puede aumentar o disminuir entre un 2% y un 4% en función de las horas en las que se consuma. Los consumidores podrán conocer el precio exacto a través de la web de REE.
La tarifa eléctrica horaria -con la que la electricidad se paga al precio al que cotiza en cada momento- empezará a aplicarse desde hoy a los consumidores acogidos al precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC) que dispongan de un contador inteligente integrado. El nuevo mecanismo de facturación arranca tras expirar el periodo de gracia de tres meses otorgado por el Ministerio de Industria a las eléctricas para su implementación. Los usuarios pagarán la electricidad al precio que cotiza en el momento de consumirla, un precio que cambia cada hora en función de diversos factores, desde meteorológicos hasta técnicos o de demanda.
Según los datos facilitados por las eléctricas, desde hoy contarán con facturación horaria alrededor de 2,5 millones de clientes de Endesa, 1,78 millones de clientes de Iberdrola y alrededor de un millón de clientes de Gas Natural Fenosa. Endesa cuenta con seis millones de contadores inteligentes instalados, de los que alrededor de cinco millones están conectados. De los 11,5 millones de clientes eléctricos con los que cuenta, unos 6,2 millones están acogidos al PVPC. Iberdrola tiene 5,2 millones de contadores inteligentes instalados, de ellos 4,5 millones con telegestión. De sus 10,3 millones de clientes, algo más de 4,76 millones se encuentran en el mercado regulado.
Las eléctricas cuentan de plazo hasta finales de 2018 para sustituir el 100% de su parque de contadores por los de última generación. Los consumidores que aún no cumplan ambos requisitos -tarifa PVPC y contador inteligente - seguirán acogidos al modelo actual en el que asumen a diario el precio promedio del mercado nacional, vigente desde el año pasado.
Los consumidores podrán saber de antemano qué horas son generalmente más caras e, incluso, podrán conocer el precio exacto de la electricidad desde el día anterior a través de la web de REE (http://www.esios.ree.es/web-publica/pvpc/).
Las grandes compañías eléctricas ya ofrecen a través de Internet información personalizada a los usuarios acerca del consumo que realizan en cada hora conforme al nuevo mecanismo de facturación horaria. Los consumidores pueden consultar su consumo personal tras aportar datos como el CUP o la referencia de contrato.
La tarifa puede oscilar entre un 2% y un 4% en función de la hora a la que se consuma, según un estudio de la consultora Selectra, que gestiona los portales www.comparadorluz.com y www.tarifaluzhora.es. El análissis indica que, en lo que va de 2015, consumir electricidad entre las 21:00 y las 22:00 ha sido de media la hora más cara con un precio de 0,1244 euros por kilovatio hora (kWh). Por contra, el momento más económico es entre las cuatro y las cinco de la madrugada, con un precio medio de 0,1122 euros por kWh.
Poner una lavadora, el electrodoméstico más citado cuando se habla de la nueva tarifa por horas, cuesta 18 céntimos si la operación se realiza a la hora más barata, mientras que hacerlo a la hora más cara tiene un coste de 16 céntimos. En el caso de la secadora, una hora de uso a la hora más cara cuesta 65 céntimos, frente a los 59 céntimos a la hora más barata, de modo que el ahorro apenas alcanza los seis céntimos.
Por detrás de la secadora, la vitrocerámica es el aparato que más potencia requiere. Su coste al cabo de una hora es de 34 céntimos en la hora más cara, tres céntimos más que en la más barata. En cuanto a la plancha, el consumidor que ose despertarse a las 4:00 de la madrugada apenas habrá ahorrado un céntimo al cabo de una hora de faena, después de haber incurrido en un coste de 0,14 céntimos.
Poner el tostador cinco minutos es 0,1 céntimos más barato en la hora más económica, mientras que en el caso del microondas la diferencia es apenas de un céntimo. Con el horno se puede ahorrar un céntimo a la hora, y con la aspiradora dos. Una bombilla de 60W encendida durante toda la hora más cara tiene un impacto en la factura menor a un céntimo, en concreto 0,97 céntimos. Si además se trata de una bombilla de bajo consumo de 11W el precio cae hasta los 0,17 céntimos.
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