El Fiscal

La fuerza de la priostía

Una candidatura con cinco priostes.

Una candidatura con cinco priostes. / M. G. (Sevilla)

Uno debe presentar las credenciales, poner las cartas boca arriba y decir la verdad y solamente la verdad: somos de la Abnegación. Nos gusta mucho la Abnegación. Nos quedamos en Sevilla el sábado de vísperas del pregón para ver la Abnegación más de una vez y seguirla después por el canal de You Tube que ofreció la procesión en directo con todo lujo de detalles. Somos conscientes de que es una pirata, no tiene el aval de la autoridad eclesiástica (de momento) y no cuenta con la simpatía de todos, pero sí con el apoyo de muchos. De muchísimos cofrades. El otro día llegó a nuestras manos la papeleta de la candidatura a la junta directiva de la Asociación Cofrade de la Santa Cruz y Nuestro Padre Jesús de la Abnegación, que así se llama oficialmente. Y nos llamó la atención que figuran nada menos que cinco priostes. Siempre he considerado que la priostía es la puerta de entrada de los jóvenes en una hermandad, donde se forma la cantera, de donde salen los grupos jóvenes. El maestro Manuel Palomino lo tenía claro. Cuando pasan los años, los jóvenes se convierten en priostes o pasan a desarrollar otras tareas en la corporación. Pero en muchísimos casos ha sido la priostía el cauce para tomar contacto con la vida cotidiana que la vida de estudiante permite realizar, sobre todo en las tardes de los viernes y vísperas de festivos. ¡Cuántas veces no es la priostía la base misma de esa vida cotidiana! ¿Qué sería de la vida interna sin la priostía en muchos momentos? Casi no existiría. 

La priostía es la vida, el gozo, el movimiento, la intensidad. La priostía entra por los sentidos. Es el gusto la estética, el estilo. Son las formas. Hace que muchos hermanos se sientan útiles. ¿No hay bandas de música con doscientos componentes? Pues pongamos cinco priostes. Si en la práctica puede que sean hasta más, pero ya sabemos que las reglas de las hermandades establecen con claridad su número. La Semana Santa es sentimiento, fe, memoria... y estética. Los priostes son fundamentales en una coyuntura donde ese papel parecen tenerlo en exclusiva los músicos y las costaleros. Y los enumeramos por este orden tras conocer que habrá subvenciones para los desplazamientos y alojamientos de los músicos en los ilusionantes traslados a Roma de 2025 (el Cachorro de Sevilla y la Esperanza de Málaga), pero no para los costaleros. Una de las responsables de estos actos, la profesora Paloma Saborido, califica de "imprescindibles" a los músicos. Por eso sí hay ayuda económica para ellos. ¡Nos parece muy bien que la haya! A Dios por la música, siempre lo hemos defendido. Pero un paso o un trono pueden salir en silencio, lo que está claro es que no pueden salir sin portadores o costaleros. ¿O les ponemos ruedas? ¿Y qué me dicen si no hay priostes? ¿Monta el paso la Guardia Suiza? ¿Pone las flores el cuerpo de caribineros?

Los cinco priostes de la directiva de la Abnegación son el reflejo de la importancia de la vida de una asociación que acabará como hermandad más pronto que tarde, sobre todo si siguen con sus actividades durante todo el año. No, no se quedan en el movimiento de las plumas del romano del paso de misterio o en las interpretaciones de la siempre bien ponderada agrupación Virgen de los Reyes. Esperamos que nunca dejen de salir en la fecha que lo hacen. Hemos vivido errores al respecto que no recordaremos ahora, hermandades que estaban muy bien en el día que comenzaron a salir y erraron con el cambio aunque consideren que han conseguido más lustre. Esperamos también que muy pronto salgan de un templo, no de una carpa por digna que sea. Leemos que quieren llegar a los 450 hermanos, aumentar un 50% los proyectos de caridad, terminar el paso en cuatro años y, sobre todo, poder dar culto a la preciosa imagen del Señor en una iglesia. También aseguran que quieren estrechar los lazos con el Distrito Nervión, cosa bien valorada porque sus límites son muy amplios y no hay que ceñirse a San Bernardo. El futuro ni está escrito ni hay que ponerle trabas. Seguro que hay lugares no lejanos donde echar raíces fuertes.