"Cincuenta sombras de Grey' es Corín Tellado"

Habla un español correctísimo. Valérie Tasso (Reims, 1969) se licenció en Empresas y Lenguas Extranjeras aplicadas y doctora en Interculturalidad por la Universidad de Estrasburgo. Tiene consulta de sexología en Barcelona y desde hace una década colabora con Manu Sánchez, al que conoció cuando vino a Canal Sur para hablar de su libro Antimanual del sexo. Ahora está de promoción con su última obra, Confesiones sin vergüenza (Grijalbo) con el epígrafe Las mujeres españolas nos cuentan sus fantasías sexuales. Tasso es su apellido adoptado. "Duras era de Marguerite, y Flaubert muy famoso".

-¿Dónde se le confesaron las españolas?

-Cuidado con los confesionarios. Son los sitios más morbosos del mundo.

-¿Un rascacielos es la metáfora de que el tamaño sí que importa?

-Soy antifálica, anti modelo patriarcal. Defiendo una sexualidad que vaya más allá del coitocentrismo.

-¿Cómo descubrió el Sur?

-Hace diez años, los que llevo con Manu Sánchez, que es mi amor plátonico.

-Uno de sus libros se titula París, la nuit. ¿Qué sintió esa noche del 13-N?

-Lo pasé muy mal. Te soy muy sincera. Yo lo veía venir. Después de Charlie Hebdo éramos una bomba de relojería. En París, quieras o no, hay muchos musulmanes, que los pobres no tienen culpa de nada.

-¿Es parisina?

-Nací en Reims, región del Champagne. Si alguien me quiere conquistar, con un buen champán rosado, que la gente conoce muy poco, me tiene medio ganada.

-Pasamos de la Otra de la copla al Gran Otro (Lacan). ¿En el sexo también acabó el bipartidismo?

-El otro es imprescindible. Somos seres eróticos porque existe el otro.

-La fantasía sexual en un psiquiátrico recuerda a un relato de García Márquez, María de mi corazón...

-Esa fantasía es mía. Para romper el hielo me gusta siempre hablar de mi propia experiencia. Hay un componente esquizofrénico que cogí de la novela de Torcuato Luca de Tena Los renglones torcidos de Dios.

-Parejas, tríos, solitarios, orgías... ¿Un homenaje a la teoría de conjuntos?

-Yo nunca he sido muy matemática, pero es una buena analogía. La gente que no se relaciona con nadie es como esos niños que crecen en la jungla cuando los han abandonado y después es muy difícil recuperarlos.

-¿Las fantasías sexuales de las catalanas son diferentes del resto?

-Aquí no puedo decir que sean independentistas. En las fantasías sexuales, las catalanas no se diferencian de las madrileñas ni mucho menos. Lo siento por el señor Mas, pero por ahí no nos va a pillar.

-En 1975, el año que muere Franco, 110.000 españoles fueron a Perpiñán a ver El último tango...

-Nos habéis dejado mucho dinero a los franceses. Le llamaban películas equis a las que mostraban a mujeres ligeras de ropa. Siempre fui partidaria de la proclama del mayo francés Prohibido prohibir.

-¿Es hija de mayo del 68?

-Yo nací, cómo no, en el 69. Soy un producto de mayo del 68. Mi madre estaba embarazada y no tenían ni azúcar. Fue terrible. Pero lo de Prohibido Prohibir me marcó. Eso lo sabía Berlanga cuando quería burlar a la censura.

-Loquillo cantaba Yo para ser feliz quiero un camión y una de sus corresponsales fantasea con un camionero...

-Era una chica que se consideraba lesbiana y no le atraían nada los hombres. Es lo maravilloso de las fantasías, que cabe todo. Quería al camionero pero con todo: el camión, el paisaje, la cabina e imagino que la foto de la chica desnuda. Ya no se ven esos calendarios bastante sórdidos. Lo tienen a mano.

-También fantasean con usted...

-Me hago un pequeño homenaje. Subió mucho mi autoestima cuando una de ellas hablaba de mí y de Angelina Jolie.

-En la España de los ochenta, los más deseados eran Felipe González y Ana Belén...

-Ana Belén está cada vez más guapa. Hace cincuenta años una mujer con la edad de Ana Belén era una anciana; ahora está para mojar pan. Me parece un sex symbol. Todo lo contrario que la niña que hace de Hannah Montana.

-¿Dónde hay más erotismo, en Madame Bovary o en El amante de Lady Chatterley?

-Me gusta más Madame Bovary, la complejidad del personaje. Como sexóloga, conocí a una mujer que fantaseaba con un jardinero y por ahí salió lo de lady Chatterley, pero la sexualidad va mucho más allá de los genitales.

-¿Conoció el programa de la sexóloga Elena Ochoa?

-Era un programa muy clínico. Hoy no funcionaría, pero me gustaba muchísimo. Olga Bertomeu es un amor de mujer y de profesional. Elena Ochoa fue mujer de Luis Racionero.

-Cambió a un filósofo por un arquitecto (Norman Foster).

-Yo estoy con un filósofo.

-¿Qué era París la nuit?

-Una experiencia con una chica y un chico en París. Es ficción, a diferencia de Diario de una ninfómana, que es un libro más biográfico.

-Cernuda habló de la realidad y el deseo. ¿El incumplimiento de las fantasías sexuales puede ser germen de maltrato?

-No, porque las fantasías no se cumplen jamás. Yo escribí este libro para explicar la diferencia entre deseos y fantasías sexuales y para que las mujeres no se sintieran culpables por esas fantasías. Tú cuentas que has fantaseado con matar a alguien, al vecino porque pone la música a tope a las dos de la mañana y te dicen que lo entienden. Si una mujer dice que ha tenido fantasías sexuales muy bestias, se echan las manos a la cabeza y dicen: está mal de la cabeza, necesita un psiquiatra.

-En vez del Último tango... vamos a tener que ir a Francia a ver los toros. A Curro Romero le han llamado asesino...

-A eso le llamo fanatismo. Yo adoro a los animales, tengo bichos en casa. El más raro de todos es el filósofo. ¿Qué está pasando? En Estados Unidos los Pro-Vida le tiran piedras a las mujeres que van a abortar. A mí me trataban de asesina por fumar en la calle. Los fanatismos no entienden de razones. No puedes dialogar con ellos. Ya lo estamos viendo desgraciadamente con el Daesh.

-¿Le decepciona que Platini pueda ser corrupto?

-Si es un corrupto, me da igual que sea francés. Yo no soy nada chovinista. Mira Bernard Tapiè. Presidió el Olimpique de Marsella, fue eurodiputado, se adueñó de Adidas y la llevó a la bancarrota. ¿Qué más quiere esta gente? Poder.

-¿Sabe la letra de La Marsellesa?

-Sí, claro. Cuando vi el partido de Wembley y todo el mundo cantándola, me pregunté si sabían lo que estaban cantando. Es una letra muy sangrienta.

-¿Qué le parece Cincuenta sombras de Grey?

-Le pedí a la editorial que me mandaran los fragmentos más picantes y cuando los recibí eran una versión light de Corín Tellado.