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"Las circunstancias no provocaron el 11-M; lo hicieron los terroristas"

Manuel Jabois. Periodista

Acaba de publicar 'Nos vemos en esta vida o en la otra', una crónica de lo que aconteció en Avilés desde meses antes de los atentados.

"Las circunstancias no provocaron el 11-M; lo hicieron los terroristas"
Verónica Gayá

14 de mayo 2016 - 11:29

Manuel Jabois (Sanxenxo, Pontevedra, 1978) llevaba más de un año esperando a que Gabriel Montoya Vidal, el Gitanillo, el único menor involucrado en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, le contara su historia. Nos vemos en esta vida o en la otra es una pulcra crónica de lo que aconteció en Avilés desde meses antes de los atentados, de cómo un joven que fumaba porros en un garaje se ve involucrado en el mayor atentado de la historia de España. Ciego de pasotismo y manejado por Emilio Trashorras, Gabriel fue condenado a seis años en un Centro de Menores y cinco de libertad vigilada.

-Llevaba mucho tiempo detrás de esta historia de Gabriel Montoya, el Gitanillo [único menor involucrado en los atentados del 11-M], ¿por qué cree que él accede a hablar ahora?

-La verdad es que no le pregunté mucho por qué había decidido contar su historia ahora. Tengo mi hipótesis, lo cual me molesta un poco tratándose de un libro en el que no hay hipótesis, pero creo que el haber salido ahora de Avilés le ha hecho distanciarse. Siempre dijo que en algún momento lo contaría, que todo el mundo había hablado y escrito sobre él, aunque él nunca había contado nada.

-¿Qué sintió cuando se sentó por primera vez delante de él?

-Estaba muy pendiente de detalles como "qué tal se expresa", "cuánto detalle hay en lo que cuenta"...; estoy acostumbrado a contar las cosas con muchos detalles, ya que trabajé muchos años en prensa local. Yo le preguntaba mucho, pero a él ciertas cosas, como la ropa por ejemplo, le costaba mucho recordarlas. No me impactó que hubiera tenido contacto con los terroristas del 11-M... Conseguí aislarme, era necesario, porque si liberas los sentimientos y pones parte de ti, todo afecta a la escritura. Hay que conseguir la mayor asepsia posible y contar los hechos tal y como ocurrieron para que no sea el autor el que saque conclusiones.

-¿Qué cree que sentirá el lector cuando lo lea?

-No tengo ni idea, gracias a Dios. Me imagino que habrá gente que se quede horrorizada, gente que se quede fría. El libro refleja cómo la vida de un macarrita aburrido, sin estudios, ni trabajo, va siendo conducida por la lógica hasta encauzarla hacia los atentados del 11-M. Una lógica delictiva en la que una cosa lleva a la otra... y acabas sentado en la Audiencia Nacional juzgado por la muerte de 191 personas. Esto es lo que verdaderamente me empujó a escribir el libro, creo que tiene mucho valor, cómo en pocos meses pasas de fumar unos porros con unos amigos a verte involucrado en unos atentados con una actitud de pasotismo total. Gabriel representa el nihilismo absoluto.

-Habrá gente que ni siquiera se acerque al libro temerosa de que Gabriel les dé pena ¿les entiende?

-Sí, efectivamente habrá gente que cuando sepa que ha tenido una familia así le despierte un sentimiento de compasión. A mí no. Que tengas la enorme desgracia de nacer en una casa donde tu padre pega a tu madre no te exculpa de llevar dinamita a cierta gente. Pero no busco el por qué lo hace, en el periodismo no hay que buscar el por qué, eso es algo mucho más sagrado, qué pasa por la cabeza de la gente. Yo sólo quiero poner la información disponible y que cada uno saque sus conclusiones.

-¿Cree que el hecho de contar su historia haga parecer que le justifica?

-Si quieres pensar que el hecho de tener una familia desestructurada y haber crecido entre miedos, drogas y palizas justifica el que acabes metido en esta trama... sólo tienes que mirar un poco más arriba, al jefe, a Emilio [Trashorras], y ver que sus padres eran un matrimonio bien avenido y que eran una familia con una comodidad económica estupenda que le habían puesto al niño un piso.

-De todo el proceso, ¿cuál ha sido su mayor aprendizaje?

-Escribir sobre algo que tiene una importancia capital sobre el 11-M. Me llama la atención que lo que cuento es una historia muy sencillita, que acaba de una forma delirante y monstruosa. Cualquier cosa que se hiciera, una bronca, una decisión... Se contextualiza sobre 191 muertos. No hablo de ellos, pero están presentes debajo de cada línea.

-¿Cuánta culpa tiene Gabriel y cuánta sus circunstancias?

-No sé. Hay que saberlo todo para entender, no para justificar. La responsabilidad de un individuo cuando tiene 15-16 años es propia, porque en circunstancias muy parecidas hay gente que decide estudiar o trabajar. Las circunstancias no provocaron el 11-M, lo provocaron unos terroristas fanáticos y unos colaboradores españoles que se dedicaban al trapicheo de explosivos y drogas.

-¿Qué responsabilidad cree que tiene la Policía?

-Hubo muchas negligencias. La responsabilidad es sólo de los terroristas. La Policía tuvo fallos, pero es algo que siempre va a haber, fíjate todos los atentados que estamos viviendo, aquí ha fallado desde la CIA hasta un oficial de la Guardia Civil de Avilés.

-Cuando Gabriel dice que no se arrepiente ¿usted le cree?

-Me lo tengo que creer, es como ir contra sí mismo si no. Además no es muy humano, ni muy políticamente correcto, por tanto me lo creo, y mucho. Si no, ¿por qué habría de decirlo?

-¿Porque se mentiría a sí mismo?

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