“El arte puede difundir otros modelos y acabar con los clichés machistas”
Margarita Aizpuru. Comisaria de exposiciones y crítica de arte
Feminista precoz, Margarita Aizpuru dio sus primeros pasos profesionales en el mundo del Derecho. También estudió Historia del Arte y optó por luchar por la igualdad en ese campo, donde firma con el apellido de su madre, la galerista Juana de Aizpuru. Éste es el quinto año que organiza y dirige en Sevilla unos encuentros internacionales pioneros (www.caac.es/actividades / proyectos /proayg09.htm), donde se dan cita mujeres de distintos ámbitos del arte para debatir sobre género. La idea surge a finales de los 80, cuando puso en marcha un festival de cine feminista, fallido por falta de dinero, y que ahora planea retomar dado el creciente apoyo institucional.
–¿El arte tiene género?
–El arte, como todo en esta vida, no es aséptico. El llamado arte neutro en realidad es androcéntrico, porque está elaborado desde el patriarcado. Hay mujeres que estamos luchando por deconstruir el arte neutro.
–¿Se puede luchar por la igualdad desde el arte?
–Se puede cambiar la situación con leyes, y sólo hace falta poner de acuerdo al Parlamento, pero luego hay que transformar la mentalidad. Eso se puede hacer desde el arte, difundiendo nuevos modelos en cine, publicidad... y acabar con los prototipos y clichés machistas.
–¿Y se puede medir la discriminación a través del arte?
–Se puede ver cuántas mujeres están exponiendo hoy en los museos, que son menos que los hombres. O cuántas directoras de cine están consiguiendo llevar adelante sus guiones... Hay muchas artistas, pero pocas gestoras, directoras de museos, comisarias o críticas de arte.
–Hay un techo de cristal.
–Sí, cuando estas mujeres toman una postura de género tienen que luchar mucho para conseguir que su discurso sea aceptado.
–¿Qué obstáculos tienen?
–Es difícil conseguir financiación, espacios, apoyo institucional... Recientemente nos hemos reunido en Madrid, convocadas por el Ministerio de Cultura, feministas del mundo del arte contemporáneo y hemos debatido sobre esto.
–¿Y qué han concluido?
–Que hay que crear una asociación de mujeres y arte contemporáneo donde se hable de esta situación, se recojan propuestas y se derriben hándicaps.
–¿Cuándo aparece el enfoque feminista en el arte?
–No es nuevo. En el feminismo contemporáneo, que no el sufragismo del XIX, había artistas comprometidas en los años 70, en EEUU, en Europa e incluso en Asia.
–Todavía son minoría.
–Es difícil. Hoy te encuentras en el ámbito de la cultura con dos posiciones: unos que dicen que el feminismo no es necesario “porque ya tenéis la igualdad en la sociedad”, cosa incierta porque quedan muchos obstáculos por remover; y otros que dicen “siempre estáis con lo mismo”. Esto lleva sólo varias décadas y otras posiciones androcéntricas, milenios.
–¿Falta aún información?
–Esos discursos son bastante interesados; no creo que falte información, hay un sesgo mental muy machista.
–Hay mujeres que no ven esas trabas.
–Bueno, hay muchas mujeres trabajando, algunas sin conciencia de género y, por tanto, que no imbuyen sus trabajos de este discurso, pero hay otras que aportan nuevas ópticas y ésas tienen más dificultades.
–¿Ese arte es de denuncia?
–El tono crítico no es el único, también se trabaja desde la ironía, y se aportan nuevos prototipos y personajes tanto en cine como en novela. Incluso hay un debate en el feminismo en torno al porno.
–¿El feminismo no rechaza la pornografía?
–En general sí, pero hay un tipo de feminismo que aboga por otra pornografía posible y que mantiene que el erotismo, el desnudo y la relación sexual en sí misma no son degradantes ni negativos para el ser humano.
–Explíquelo.
–Son películas eróticas, e incluso con sexo explícito, que muestran prototipos igualitarios de hombres y mujeres que no son barbies y madelmans que actúan de forma mecánica. Hay un debate interno en torno a esto, es una aportación más.
–¿Y Andalucía, en general, dónde está en ese contexto artístico?
–Como en toda España, aquí se reconocen unos derechos a la mujer, pero el peso de la mentalidad y la cultura está ahí y queda mucho por avanzar en ámbitos como el arte. En Cataluña y el País Vasco se han dado algunos pasos más; en Andalucía tenemos que pisar el acelerador.
–¿Hay referentes andaluces?
–Pocos. Por ejemplo, en Granada está Carmen Sigler, en artes plásticas, y en el cine, la sevillana Pilar Távora... Pero se investiga poco.
–¿No ha llegado este enfoque a la universidad?
–Ya hay algunos másters, doctorados, cursos de género... y se está investigando en torno a la vida cotidiana, la sexualidad y nuevas conductas. Pero esto le interesa, básicamente, sólo a mujeres.
–¿No hay complicidad por parte de los hombres?
–Hay algunos. Las mujeres hemos tomado el protagonismo porque no podemos esperar. Pero se necesita el protagonismo del hombre.
–Lance un mensaje.
–Hay que romper la feminidad impuesta culturalmente. Las mujeres somos femeninas y también masculinas, andróginas... plurales. Cada uno, mujer o hombre, se autoconstruye como quiere. Hoy el género puede ser múltiple y cambiante.
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