Diputados del PP se mostraron ayer irritados con la decisión de Francisco Álvarez-Cascos de abandonar el partido y dejar abierta la puerta a la creación de una nueva formación. A su juicio, es un "disparate" que el ex ministro se crea "un salvador" y admiten que su postura hará "daño" en Asturias de cara a las próximas autonómicas y municipales pero no al presidente de los populares, Mariano Rajoy.

Diversos parlamentarios del primer partido de la oposición consultados consideran "impropio" el comportamiento del que fuera vicepresidente del Gobierno de José María Aznar, no creen que finalmente se atreva a poner en marcha un nuevo proyecto político y vaticinan el final de su vida política.

Una diputada popular subraya que el daño que Álvarez-Cascos ha hecho en Asturias es "grande", tanto que cree que tendrá repercusiones negativas en los resultados electorales de la cita con las urnas del próximo 22 de mayo.

"Es una pena, pero los militantes no perdonan las divisiones en los partidos", señaló esta parlamentaria, quien, sin embargo, duda de la posibilidad de que "ahora" Álvarez-Cascos vaya a presentar un nuevo partido político y que la postura adoptada vaya a perjudicar al PP de cara a las elecciones generales de 2012.

En esta misma línea se expresó otro compañero de filas, quien echa en cara al ex vicepresidente que, como consecuencia de "un cabreo personal", ahora pretenda echar tierra sobre el PP. "No creo que el PP sea tan malo cuando Álvarez-Cascos hasta hace poco quería encabezar la candidatura del partido en Asturias", recalca.

En todo caso, este diputado no piensa que la nueva aventura política de Álvarez-Cascos vaya a ser secundada. Más bien al contrario: "está condenada al fracaso, es un suicidio".

Pero ayer mismo, el diputado del PP en la Junta General del Principado de Asturias, Pelayo Roces, formalizó la renuncia a su acta como diputado.

Otro de los parlamentario consultados niega que Génova, y singularmente Mariano Rajoy, hayan "menospreciado" a Álvarez-Cascos como el propio ex ministro denuncia, y recuerda que, como secretario general del PP que fue, sabe "mejor que nadie" que el partido ha adoptado una decisión conforme a la legalidad estatutaria. En particular, este diputado no cree que la marcha de Francisco Álvarez-Cascos vaya a tener consecuencias en los resultados electorales del próximo mes de mayo porque, según ha argumentado, "el partido es mucho más que una persona".

Este mismo lunes el presidente del PP andaluz y vicesecretario de Política Local y Autonómica del PP, Javier Arenas, también se ha mostrado convencido de que el PP "ganará en Asturias" con su candidata, Isabel Pérez-Espinosa, al igual que en el resto de las comunidades autónomas.

El presidente del PP de Asturias, Ovidio Sánchez, explicó que los alcaldes del PP en el Principado están llamando diciendo que "quieren seguir en este proyecto" y que no cree que ningún diputado nacional salga del PP. Preguntado sobre si el diputado nacional, Isidro Fernández Rozada, que ha sido uno de los defensores de Cascos, podría abandonar el partido, Sánchez aseguró que no lo creía y que en todo caso sería "una gran sorpresa".

El dirigente popular defendió la "fortaleza" de su partido en Asturias y en España. Pero añadió que resulta evidente que si, "dentro de su electorado, alguien intenta competir con el PP, a quien favorece es al PSOE", al ser preguntado por la intención del ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos de poner en marcha un proyecto político en Asturias. En una rueda de prensa ofrecida en la Junta General del Principado de Asturias, Sánchez ha comparado la situación con la crisis que vivió el PP en 1998 porque "tiene los mismos síntomas". Así, considera que en ambos casos hay gente que "opta por soluciones que perjudican al proyecto del Partido Popular".