El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado hoy que ha acordado con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reactivar la mesa de diálogo para resolver el "conflicto político" catalán la tercera semana de septiembre en Barcelona, tras la Diada.

Lo ha avanzado en la rueda de prensa que ha ofrecido tras reunirse durante más de dos horas y media con Sánchez, en una primera cita formal en la Moncloa que tenía por objetivo sentar las bases de una nueva etapa de "diálogo" entre la Generalitat y el Gobierno del Estado, quienes antes de la cita deberán fijar una metodología de trabajo y orden del día.

La única reunión de la mesa de diálogo entre Moncloa y la Generalitat se celebró el 26 de febrero de 2020, cuando el presidente del Govern era Quim Torra. La irrupción de la pandemia hizo que este encuentro bilateral quedara en suspenso. Hasta ahora.

El presidente catalán ha explicado que durante el encuentro se ha constatado que ambos gobiernos parten de posiciones "alejadas" sobre cómo resolver el mencionado conflicto, si bien ambos han coincidido en que el camino es el "diálogo" y la "negociación".

Asimismo, Aragonès ha avanzado que la comisión bilateral Estado-Generalitat para abordar materias como las inversiones pendientes se reunirá este mes de julio.

Dos ámbitos diferentes

Según Aragonès, la reunión ha servido para constatar que hay "dos ámbitos diferentes", por un lado la mesa de diálogo para "resolver el conflicto" -derecho de autodeterminación y amnistía- y la comisión bilateral para bordar materias de gestión como las inversiones.

En la reunión de la mesa de diálogo, la Generalitat exigirá el cumplimiento del mandato del Consejo Europa y parar "la persecución a los representantes políticos y servidores políticos en el ejercicio del mandato".

Que la mesa de diálogo se retome, ha dicho Aragonès, "es la mejor constatación de que todas las partes damos una oportunidad al diálogo, a la negociación y a la política".

Y ha reiterado que trasladarán a la mesa de diálogo la exigencia de una "amnistía" en tanto que "solución global" para "toda la represión", así como el ejercicio del derecho de autodeterminación.

"Estos son los dos grandes consensos que existen en la sociedad catalana. Que no entre nadie más en la cárcel, que se acabe la represión, que los exiliados puedan volver con plena libertad y que el conflicto se decida democráticamente en las urnas", ha señalado el presidente catalán.

En este punto, Aragonès ha admitido que "la negociación no será fácil" porque "no renunciaremos a nada -ha dicho- e iremos con toda la ambición" para forzar un "referéndum de autodeterminación en Cataluña y la amnistía", para lo que la Generalitat será "perseverante".

Una reunión "humillante"

La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Beltrán, ha tachado de "humillación" entre Sánchez y Aragonès en el Palacio de la Moncloa.

"Van a negociar la derrota de la democracia española", ha expresado la popular en una rueda de prensa en Valladolid tras mantener un encuentro con diferentes miembros del partido en esta provincia.

El líder del PP, Pablo Casado, expondrá este miércoles ante el Pleno del Congreso con un "discurso contundente" el rechazo de su partido tanto a los indultos a los condenados por el referéndum ilegal del 1 de octubre como a la mesa de diálogo con la Generalitat que impulsa el Gobierno.

Además, defenderá la Constitución y las instituciones del Estado ante la "ofensiva" del Ejecutivo y, en especial, el "ataque" al Tribunal de Cuentas, según han avanzado a Europa Press fuentes del partido.

El PP considera que el perdón que quiere otorgar el presidente del Gobierno "va más allá del delito de sedición" porque también quiere "perdonarlos por los más de cinco millones de dinero público que malversaron" y así lo denunciará en su intervención parlamentaria el jefe de la oposición, según han informado las mismas fuentes.

Casado acudirá a esta sesión plenaria --que debatirá también sobre el Consejo Europeo de los días 24 y 25 de junio-- consciente de que Sánchez utilizará en su defensa los argumentos de concordia y convivencia que ha expuesto en sus intervenciones públicas y el apoyo al diálogo que han defendido públicamente los empresarios catalanes, las diócesis catalanas e incluso la Conferencia Episcopal.

La dirección nacional del PP ha subrayado estos días que no admiten "presiones". "Los únicos accionistas del PP son los españoles. Solo a ellos nos debemos", ha proclamado el jefe de la oposición en varias ocasiones esta última semana a raíz de la decisión del Consejo de Ministros de aprobar la medida de gracia para los nueve condenados por el procés.