El Supremo investigará la "filtración" sobre Plazaola y exigirá "responsabilidades"

Interior dice que tuvieron que esperar diez horas hasta que pudieron proceder legalmente al arresto del etarra, que podría haberse escondido en la casa de un vecino cuando fueron a buscarlo.

El Supremo investigará la "filtración" sobre Plazaola y exigirá "responsabilidades"
Agencias

Madrid, 12 de marzo 2015 - 11:14

El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, ha anunciado que se investigará la "filtración" de la decisión del alto tribunal de anular la puesta en libertad del etarra Alberto Plazaola, que había sido decretada por la Audiencia Nacional, cosa que permitió al etarra abandonar su domicilio antes de ser detenido. "Yo como presidente del Tribunal Supremo voy a pedir la apertura de investigación sobre esta filtración, trataremos de identificar a la persona responsable y le exigiremos responsabilidades porque en este caso se ha producido un daño a la Justicia", ha dicho.

Lesmes se ha expresado así antes de participar en unas jornadas organizadas por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Rey Juan Carlos y ha recalcado que, si bien el Supremo y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tienen una política de comunicación "amplia", ésta sigue siempre los canales oficiales, con "neutralidad informativa y preservando el interés de la justicia". Sin embargo, en este caso no ha sido así: "Lamentablemente se ha producido una filtración, es algo anómalo que altera la neutralidad informativa", ha dicho.

Interior dice que tuvieron que esperar diez horas hasta que pudieron proceder legalmente al arresto de Plazaola

El Ministerio del Interior ha emitido este jueves un comunicado en el que hace una reconstrucción cronológica de los hechos ocurridos el pasado martes que acabaron permitiendo la huida del etarra Alberto Plazaola. Según el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz, los agentes de la Guardia Civil y la Policía tuvieron que esperar diez horas desde que se conocieron las primeras informaciones sobre la decisión del Tribunal Supremo -en la que ordenaba el reingreso en prisión del etarra- hasta que pudieron entrar legalmente en su casa para detenerle. Para entonces, Plazaola ya no estaba. Según dice el comunicado, fue "a las 12:56" cuando "se tiene conocimiento a través de teletipos, de la sentencia dictada por el Tribunal Supremo, en virtud de la cual se decide anular el auto de la Audiencia Nacional que ordenaba la puesta en libertad de Alberto Plazaola".

Recuerda Interior que "desde ese momento, la noticia se difunde en todos los medios de comunicación social, aunque no es hasta las 17:22 cuando se recibe el auto (de la Audiencia Nacional) ordenando la detención, puesta a disposición judicial e ingreso en prisión de Alberto Plazaola Anduaga". Defiende que "durante esas horas no existe posibilidad jurídica alguna de proceder a la detención de Plazaola". El comunicado hace referencia a que "un grupo de personas" se concentró "desde primera hora de la tarde frente al domicilio de Plazaola" y "trataban de obstaculizar dicha detención". Añade que es "a las 20:44" cuando "se recibe el auto que autoriza la entrada y registro en el domicilio, para llevar a cabo la detención". Pero a eso aún hubo que añadir un obstáculo más: "para practicar dicho registro era necesaria la presencia en el mismo de la Secretaria Judicial de Bergara, comisionada a estos efectos".

En ese sentido, Interior detalla que fue "a las 23:05 horas", más de dos horas después, "cuando se persona la Secretaria Judicial de Bergara, comisionada para la práctica de dicha entrada y registro". No es hasta ese momento, diez horas después de las primeras informaciones cuando "funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil proceden a practicar la entrada y registro del inmueble, que finaliza a las 00:00 horas, con resultado negativo". Al no dar con el etarra se mantuvo "un dispositivo policial intensivo para la detención, puesta a disposición judicial e ingreso en prisión de Alberto Plazaola Anduaga".

"La Policía Nacional y la Guardia Civil han cumplido inmediatamente las órdenes que han sido emitidas desde el órgano jurisdiccional competente, con el dispositivo y los medios necesarios para dicho cumplimiento y, por supuesto, actuando en todo momento dentro de la legalidad vigente, que impide llevar a cabo una detención o un registro domiciliario sin la preceptiva autorización judicial", zanja el comunicado. Interior aprovecha para recordar que Alberto Plazaola "fue puesto en libertad el 4 de diciembre de 2014 en ejecución de un auto de la Audiencia Nacional, quedando desde ese momento en plena libertad, sin medida cautelar alguna ni condición de ningún tipo, habida cuenta de que el auto considera extinguida su responsabilidad penal y cumplidas las penas privativas de libertad". "La situación de libertad no queda, de ningún modo, condicionada por estar pendiente de resolución un recurso de casación ante el Tribunal Supremo contra el auto de la Audiencia Nacional que ordenó la puesta en libertad. En consecuencia, nuestro ordenamiento jurídico no permite establecer dispositivos de vigilancia policial permanente sobre personas que se encuentran en situación de libertad".

Reconstrucción de los hechos

A la hora de reconstruir los hechos la única certeza con la que trabajan las fuerzas de seguridad es la de que Plazaola estaba en su casa incluso después de que los medios de comunicación ya hubiesen difundido la decisión del Tribunal Supremo. Lo saben porque, según estas fuentes, tanto la Policía como la Guardia Civil habían establecido ya una vigilancia discreta para conocer los movimientos del etarra, precisamente para evitar su huida ante la previsible resolución del alto tribunal que ya el pasado 13 de enero falló en el mismo sentido. Cuando llegaron los agentes, en su casa ya no estaba. Para entonces ya había en el lugar un nutrido grupo de simpatizantes proetarras que se concentraron para formar lo que la izquierdaa abertzale denomina 'muro popular' destinado a mostrar a apoyo a los condenados por terrorismo y congregarse para dificultar la labor policial y evitar detenciones.

A partir de ahí se barajan distintas hipótesis. A la espera del informe definitivo que las fuerzas de seguridad están elaborando al respecto, cobra fuerza la posibilidad de que el etarra se hubiese escondido en casa de un vecino dentro del mismo bloque de viviendas, al menos inicialmente. No obstante, las fuentes consultadas descartan casi por completo que aún se encuentre ahí: "puede estar en cualquier parte ya porque ha tenido tiempo sufiente". Según dicen estas fuentes, podría estar escondido en otra casa dentro del País Vasco, una estrategia que ya ha usado el entorno proetarra con otros condenados dentro de las actividades habituales del muro popular. En ocasiones los requeridos por la justicia han terminado entregándose tras una escenificación propagandística.

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