Aplastante victoria del PP y nueva debacle del PSOE al perder dos escaños

Las encuestas que desde semanas atrás vienen publicándose han acabado por consolidar sus estimaciones en forma de resultados. La decisión mayoritaria de los ciudadanos malagueños expresada ayer en las urnas otorga los laureles de la victoria al Partido Popular y a su cabeza de lista, Celia Villalobos, a los que avalan con hasta 6 escaños en el Congreso de los Diputados (uno más que en la cita de 2008), pero sobre todo censura con una dureza nunca antes vista la gestión del PSOE al frente del Gobierno central en los últimos ocho años. Al partido de la rosa, y por ende a su candidata, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, le arrebatan dos de sus asientos en la Cámara Baja, uno de los cuales pasará a ocuparlo durante los próximos cuatro años Alberto Garzón, cabeza de cartel de IU en esta convocatoria.

Pero a la censura que los votantes dan a la labor del Ejecutivo hay que sumar la desconfianza que parece transmitir el PSOE malagueño en el actual contexto, por cuanto su derrota en el ámbito provincial es sensiblemente más acusada que en el resto del país. Mientras la diferencia entre el PP y el PSOE en el Estado es de 15 puntos, en la provincia esta brecha se eleva a los 19.

Los populares, agarrados durante meses al desasosiego y el malestar causado por la crisis económica en un territorio con 190.000 parados, consiguen casi el 50% de los votos, lo que supone el mejor resultado en la historia de la formación ahora presidida por Elías Bendodo. Muy lejos queda la anterior ocasión en la que fue la fuerza política más respaldada en Málaga, en el año 2000, cuando, arrastrada por la mayoría absoluta de José María Aznar, obtuvo el 44,1% de los sufragios.

La otra cara de la moneda, la triste, la de la mueca desencajada, es la de los socialistas malagueños, cuya debacle, vaticinada en los sondeos, se oficializa sin paliativos. De tener cinco representantes en el Congreso, pasa a tres, aunque el crack es especialmente sintomático en lo que a porcentaje de votos se trata. En 2008, el 47,48% de los malagueños que acudió a votar introdujo la papeleta del PSOE; en esta ocasión, sólo el 31,5%.

Lo ocurrido el 20-N es una pieza más en la estrellada realidad en la que se mueve la formación encabezada por Miguel Ángel Heredia en los últimos años. Nadie en la cúpula de la organización dio un paso al lado tras la hecatombe de las municipales del pasado mayo, cuando perdió los que eran sus feudos tradicionales, caso de Antequera y Mijas, y fue incapaz de mantener los gobiernos de Estepona, Ronda y Vélez-Málaga, entre otros. Muy al contrario, el PP logró distanciarse de manera palpable en todas las grandes plazas y entró en los espacios que le estaban vetados, al punto de obtener el gobierno de la Diputación.

Mención destacada merece IU, que tras dos mandatos consecutivos, volverá a tener representación por la provincia en la Cámara Baja. La coalición ha conseguido casi un 9% de los apoyos. Pero al tiempo, supone un premio para la apuesta que la organización tomó al situar a un candidato ajeno al aparato de la formación pero muy próximo al sentir del Movimiento 15-M, del que en algunos momentos fue portavoz.

No hubo ocasión para la sorpresa, por cuanto ninguna formación de las denominadas minoritarias logró arañar los votos suficientes como para conseguir representación por la provincia. Pero los resultados sí constatan una mayor fragmentación de los apoyos, como muestra el hecho de que el PSOE pierde del orden de 132.000 votos que no son recabados por los populares. De este fondo se nutren fundamentalmente IU, con 26.000 votos más que en 2008, y UPYD, que pasa de 7.327 votos hace cuatro años a tener en esta ocasión casi 33.000 más, siendo la que más crece.

Con estos resultados, los diputados que representarán a la provincia en la próxima legislatura son Celia Villalobos, Juan Manuel Moreno Bonilla, Margarita del Cid, Carolina España, Ángel González y Joaquín Villanova, por el PP; Trinidad Jiménez, Miguel Ángel Heredia y José Andrés Torres Mora, por el PSOE, y Alberto Garzón, por IU.