Rajoy adelanta "tiempos difíciles" y que "no va a haber milagros"

El electo presidente del Gobierno afirma que "España se juega su destino en y con Europa" · Miles de militantes y simpatizantes del PP interpretan eufóricos una inmensa batucada ante la sede de Génova

Ruiz-Gallardón, González Pons, Mato, Elvira Fernández, Rajoy, De Cospedal y Sáenz de Santamaría (de izqda. a dcha.) anoche en el balcón de la sede central del PP.
Ruiz-Gallardón, González Pons, Mato, Elvira Fernández, Rajoy, De Cospedal y Sáenz de Santamaría (de izqda. a dcha.) anoche en el balcón de la sede central del PP.
Jorge Bezares

21 de noviembre 2011 - 01:00

Minutos después de que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconociera públicamente desde la sede del PSOE en Ferraz la rotunda victoria electoral del PP, el ya presidente electo del Gobierno, Mariano Rajoy, en una comparecencia muy medida, contenida e institucional en el interior de la sede de Génova, aseguró que el "destino" de España "se juega con y en Europa", donde pretende dejar de ser "un problema para pasar a formar parte de la solución", convocó a "todos" los ciudadanos al cambio, "sin sectarismos", prometió "trabajo, seriedad, humildad, constancia", se acordó de los que lo están pasando peor y dejó claro que no habrá ni milagros ni excluidos. "No va a haber milagros, no los hemos prometido. Cuando se hacen bien las cosas los resultados llegan. Les invito a todos a compartir esa confianza", concluyó.

Casi al filo de la once de la noche, ya en el balcón, acompañado por su mujer, Elvira Fernández Balboa, Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre, Miguel Arias Cañete, Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Esteban González Pons y Ana Mato, entre otros, el líder de PP botó y se sumó a la euforia de sus militantes. Pero también les advirtió que la tarea que "tenemos por delante no va a ser fácil", y rebajó la euforia de los suyos cuando empezaron a meterse con Pérez Rubalcaba y los socialistas.

Rajoy afirmó que lleva 30 años en el PP y que está "muy orgulloso y muy contento" de militar en este partido y advirtió de que "vienen tiempos difíciles", por lo que es necesario que le apoyen "a ponerse en la tarea".

En fin, nada que ver con aquel 9 de marzo de 2008, cuando Rajoy, acompañado por su mujer; el secretario general del PP, Ángel Acebes; el número dos en la lista al Congreso por Madrid, Manuel Pizarro, y los también candidatos Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García-Escudero, se marchó del balcón de la calle Génova con un "adiós" que sonó a despedida, tras perder por segunda vez con Rodríguez Zapatero (154-169).

Sólo la numerosa presencia de militantes y simpatizantes del 9-M recordaba a la de anoche, pero, en esta última ocasión, bajo una lluvia fina y un ambiente más festivo.

Desde las seis de la tarde se fueron concentrando en las inmediaciones de la sede nacional del Partido Popular, en la madrileña calle de Génova, portando principalmente banderas españolas con el escudo constitucional, el toro de Osborne y el logotipo del PP, así como algunas enseñas autonómicas, y allí permanecieron hasta que Rajoy y su plana mayor comparecieron pasadas las diez de la noche en el balcón.

Los concentrados se activaron por primera vez, enarbolando banderas y lanzando vitoreando a Rajoy, después de que la vicesecretaria general de los populares, Ana Mato, proclamara sobre las 20:25, que el PP había logrado una "amplia mayoría" y que, por tanto el "cambio político liderado por Mariano Rajoy ha triunfado en España". Y adelantó el compromiso del PP contra la crisis y el paro.

El toque de color lo puso el médico jubilado Antonio García -todo un clásico en las concentraciones populares-, que interpretó con reiteración el himno nacional con una armónica XXL. Pero la organización apostó por amenizar la espera con otras músicas no tan patriotas, como el rock soft de PFM y Donald Faguen. Y los militantes y simpatizantes interpretaron una masiva batucada, que resultó estruendosa cuando la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anunció, poco antes de la diez de la noche, que el PP había logrado 187 escaños frente a los 111 cosechados por el PSOE. Y esperó a Rajoy con pasodobles, el waka-waka Shakira.

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