Puigdemont, ante el tribunal que estudiará su posible entrega a España
Ha sido recibido por una veintena de independentistas sardos que ondeaban banderas de Cerdeña y esteladas catalanas.
Dejan en libertad a Puigdemont pero no puede salir de Cerdeña
El ex presidente catalán Carles Puigdemont llegó este lunes al Tribunal de Apelación de Sassari (Cerdeña, Italia) para participar en la vista que estudiará si se dan las razones para su entrega a España, después de que fuera detenido el 23 de septiembre y puesto en libertad un día después.
Puigdemont llegó a las 8:55 y no hizo declaraciones, sino que entró directamente al tribunal, mientras una veintena de independentistas sardos ondeaban banderas de Cerdeña e independentistas catalanas, y gritaban "libertad".
Respaldado por ex compañeros del Gobierno catalán
Para acompañar al líder catalán han viajado hasta la isla italiana los ex miembros del Gobierno catalán Toni Comín y Clara Ponsatí, también buscados por la Justicia española y sobre los que pesa otra euroorden del Tribunal Supremo.
También la diputada de la CUP Dolors Sabater y el secretario general de JxCat y ex presidente de la ANC, Jordi Sànchez, que estuvo encarcelado y fue indultado por el Gobierno español en junio.
Antes de la llegada de Puigdemont entró en el tribunal la vicesecretaria jurídica de Vox, Marta Castro, en representación del partido, que pidió personarse en la causa.
Puigdemont fue detenido el 23 de septiembre, por una euroorden emitida por el Tribunal Supremo español, a su llegada al aeropuerto de Alguer, en la isla italiana, a la que se había desplazado desde Bruselas para participar en un festival de folclore catalán.
Fue conducido a la cárcel de alta seguridad de Sassari, donde permaneció poco menos de un día, hasta que el Tribunal de Apelación de esta ciudad le permitió salir sin medidas cautelares ni restricciones a la movilidad.
Este lunes ha convocado a los medios a una conferencia de prensa que se celebrará en Alguer a las 16:30 y a la que también asistirán sus dos abogados, el español Gonzalo Boye y el italiano Agostinangelo Marras.
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