La renuncia de Esperanza

Las Claves

La presidenta de la Comunidad de Madrid deja su silla en un gesto de lealtad PP que se ha echado de menos en otros líderes populares, empeñados en mantener sus cargos hasta el último momento aunque dañe gravemente su partido.

Pilar

15 de febrero 2016 - 01:00

Ha hecho lo que tenía que hacer. Esperanza Aguirre, el verso suelto, la que intentó mover la silla a Rajoy en los días previos al congreso de Valencia, la que ha plantado cara a la dirección varias veces para hacer lo que le daba la real gana en el PP madrileño, la dirigente cuya fidelidad a Rajoy muchos pusieron en duda, ha demostrado una lealtad que se ha echado de menos en otros líderes regionales y nacionales que han colocado al PP en una situación imposible. Ha renunciado a la presidencia del PP madrileño aunque continuará como portavoz del Ayuntamiento madrileño, donde las tiene tiesas con Manuela Carmena.

Se dirá que dimite poco antes de que el congreso regional elija a la nueva dirección, y es cierto, existían pocas posibilidades de que continuara al frente del partido, donde la lógica indica que será Cifuentes quien se haga cargo del PP de Madrid. Pero se ha ido, cuando otros -y otras- siguen empeñados en mantenerse en sus cargos hasta el último segundo aun sabiendo que el empeño en no dimitir daña gravemente a su partido y, en el caso del PP, a Mariano Rajoy. Precisamente cuando Rajoy está a la espera de que Sánchez fracase como candidato para dar él un paso adelante. La corrupción mina sus posibilidades de mantenerse en el Gobierno, y mientras otros -y otras- hacen como que no se dan cuenta de la complicada situación en la que ponen a Rajoy en sus expectativas de seguir en la Presidencia, Aguirre ha renunciado al que hasta ahora era su principal atalaya de poder al no lograr la Alcaldía de la capital: la presidencia del PP de Madrid.

Su gesto la honra. Hace pocos días, cuando la Guardia Civil entró en la sede regional del partido buscando documentos que demostraran su financiación ilegal, dijo Aguirre que había nombrado 500 cargos "y dos me han salido rana". Son más de dos, además de Granados hay media docena de alcaldes y consejeros implicados en la Gürtel que fueron cesados fulminantemente por Esperanza Aguirre. No hay indicios que apunten a que la presidenta regional estuviera en una trama de financiación ilegal del PP, pero al anunciar su dimisión, que comunicó previamente a Rajoy, asume sus responsabilidades por haber nombrado a esos que le salieron "rana".

La corrupción se ha convertido en el principal problema que afronta el PP. Desde el 20 de diciembre no ha habido día en el que no aparecieran nuevos casos de escándalo. Valencia y Madrid los principales. En Valencia, Barberá se mantiene en silencio y escondida mientras detienen a sus colaboradores más cercanos, y no renuncia al escaño de senadora que le garantiza el aforamiento. Una actitud muy distinta a la de Aguirre, la eternamente díscola. Sin embargo, a la hora de la verdad, ha demostrado que es fiel al partido.

¿Hará Rajoy lo mismo aunque esté limpio de polvo y paja? Quien sabe…

13 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último