El álbum del bautizo de Óscar de Suecia

A caballo entre la tradición real escandinava y la espontaneidad de una gran familia en la que los niños son los grandes protagonistas, Suecia se vistió ayer de gala para celebrar el bautizo del príncipe Óscar, el hijo pequeño de la heredera de la corona, la princesa Victoria, y su marido el príncipe Daniel. El bebé recibió las aguas bautismales -recogidas especialmente de Öland- bajo el nombre de Óscar Carlos Olof ante la histórica pila de plata de finales del siglo XVII del Palacio Real de Estocolmo, y lo hizo tranquilo, prácticamente dormido, aunque no fue así a lo largo de la ceremonia en la que deleitó a sus invitados con algún inocente lloro infantil. Su orgullosa mamá, muy elegante con un vestido calado de color blanco de By Malina, lo mantuvo en brazos casi todo el tiempo. Tampoco se le despegó su hermana mayor, la princesa Leonor, que ya es una señorita de cuatro años. A la ceremonia, oficiada por una mujer, la arzobispo de la iglesia sueca Antje Jackelén, acudió la familia del rey Carlos Gustavo al completo, excepto el benjamín Alexander, hijo del príncipe Carlos Felipe, que nació a mediados de abril, así como los padrinos del pequeño Óscar, que además de su bellísima tía Magdalena, fueron Hans Astrom, Oscar Magnus, el príncipe heredero de Dinamarca Federico y la princesa heredera noruega Mette-Marit, que acudieron con sus respectivas parejas.