Grandes, pequeños, clásicos, extravagantes, de tonalidades más sobrias o llenos de color. La moda de Ascot no deja indiferente a nadie. El evento deportivo y social más importante de Gran Bretaña ha vuelto a reunir en Berkshire a lo más granado de la sociedad inglesa, una cita en la que las pamelas, sombreros y tocados vuelven a convertirse en los grandes protagonistas. Piezas de museo, que logran superarse año tras año y que fusionan tradición, atrevimiento y, por supuesto, mucho sentido del humor.
En el hipódromo no son los caballos lo más importante a no ser que sean una figurita que adorna un tocado. Los hay para todos los gustos, aunque suelen llamar más la atención los de formas imposibles, excéntricos, impensables, ostentosos y fastuosos. Una pasarela de sombreros extra grandes, llenos de fantasía y hasta ridículos, sin olvidar los más estilosos y elegantes que también los hay.
Este 2011, las ladies británicas apuestan por los tonos flúor, los tan de moda nude, flores, plumas y hasta por el pelo artificial. Y es que, si para la vestimenta femenina existen unas reglas bastante estrictas si no quieren ser mal vistas en la ineludible y popular cita, para la cabeza no hay límites.
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