Doce personas relacionadas con el clan de los Mario se enfrentan a penas de hasta siete años de cárcel y hasta 16.000 euros de multas por tráfico de drogas en un juicio que la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla tiene previsto celebrar a partir del próximo 14 de noviembre. 

Los acusados fueron detenidos como consecuencia de la vigilancia que el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil realizó a miembros del clan de Los Mario de Isla Mayor en junio de 2018 ante la sospecha de que dos de ellos utilizaban una nave de su propiedad para guardar las embarcaciones semirrígidas "que posteriormente otros grupos criminales utilizaban para la introducción y distribución en el territorio nacional de grandes cantidades de hachís", según indica la Fiscalía. De este modo, desde esta nave del Polígono Príncipe de Gales en Isla Mayor, que tenía salida directa al río en su parte posterior, se botaban las gomas con las que se traía el hachís a España. 

El Ministerio Público, en su escrito de conclusiones provisionales, señala que los acusados no sólo preparaban las semirrígidas, sino que también hacían labores de vigilancia, descarga y aseguraban los accesos al Polígono cuando llegaban las embarcaciones, además del avituallamiento y posterior botadura al río "desde el que emprendían el viaje hasta las costas marroquíes y regresaban días más tardes cargadas de fardos de hachís".

La Fiscalía sostiene que Isla Mayor no era sólo el lugar desde el que se botaban las embarcaciones. Algunas de ellas eran transportadas a Algeciras, Murcia, Málaga. Una de ellas regresó de Marruecos a la localidad gaditana de San Roque, donde la Guardia Civil aprehendió 27 fardos con 880 kilos de hachís que habrían alcanzado un valor de 1.474.000 euros en el mercado ilícito. Ante la intervención de los agentes, la goma se vio forzada " a regresar a alta mar" para descargar el resto en un paraje cercano a Arroyo Salado, en Lebrija, donde fueron incautados 70 fardos con 2.100 kilos de hachís que tendrían un valor de 3.517.500 euros.

Otra de las embarcaciones que fueron transportadas desde esta nave de Isla Mayor y fueron utilizadas en el tráfico de droga fue abandonada en alta mar con un golpe en el lado de estribor, por lo que no pudo alijar. Sí consiguió hacerlo la semirrígida que botaron en enero de 2019 directamente desde el Polígono Príncipe de Gales al canal fluvial existente en la trasera de la nave. A la vuelta, los tripulantes descargaron la droga en Sanlúcar de Barrameda. Eran 29 fardos de hachís con un peso bruto de 870 kilos y un valor de 1.457.250 euros. 

Los doce procesados están acusados de delitos de tráfico de droga, organización criminal y tenencia ilícita de armas.