El caso del coche deportivo con una avería "irreparable"

La dueña de un Porsche que compró nuevo por 122.000 euros demanda al concesionario por daños y perjuicios por no haber resuelto un problema de motor del vehículo tras más de un año en el taller

La casa asegura que comprende la "frustración" de la clienta pero no están de acuerdo en que la avería sea irreparable

La Fiscalía se opone a archivar la causa contra Antonio Tejado y la banda que asaltó el chalé de María del Monte

El momento de la retirada del vehículo en una grúa.
El momento de la retirada del vehículo en una grúa. / M. G.

Una empresaria sevillana adquirió un Porsche Cayenne nuevo en 2019, por el que pagó más de 122.000 euros, y tan sólo cuatro años y medio después, el deportivo sufrió una avería que en la casa oficial no son capaces de reparar. Tras más de un año sin poder disponer del vehículo y después de múltiples intervenciones que llevaron incluso a desmontar el motor, la dueña ha decidido llevárselo del concesionario en una grúa y emprender acciones legales contra el concesionario. En el documento de entrega del vehículo, la casa Porsche señala que el cliente "no autoriza seguir con la reparación y retira el vehículo en plataforma grúa el 6 de agosto de 2025", una afirmación ante la que la propietaria muestra su disconformidad y en el mismo justificante de entrega deja claro que el coche se retira "porque no son capaces de arreglarlo en el centro Porsche Sevilla".

La indignación de la dueña es evidente porque, como ella misma asegura, el vehículo llegó a la casa "circulando" y ahora lo ha tenido que llevar en una grúa porque no puede circular: "Lo recojo peor que lo traje", puede leerse en el documento de entrega facilitado a este periódico. Por su parte, desde la casa Porsche aseguran a este periódico que aunque entienden "perfectamente la frustración" de la propietaria, no están de acuerdo en que no haya solución para la avería. "En absoluto compartimos, ni nosotros ni el departamento técnico de Posrche Iberica, la afirmación de que el vehiculo tiene una avería irreparable. El vehículo es totalmente reparable, aunque para ello haya que seguir trabajando en el mismo, o proceder con la última intervención que se propuso a los propietarios del vehículo".

La historia de esta avería se remonta a abril de 2024, cuando la clienta llevó el deportivo al concesionario porque el coche presentaba una "avería de motor", que consistía en que el coche, sin explicación alguna, se frenaba solo, según ha explicado a este periódico el abogado Miguel Ángel Gutiérrez Costas, del bufete Albareda, que representa a la propietaria y que ha destacado que al vehículo le han hecho "de todo siguiendo las pautas de Porsche Central" pero sin lograr repararlo", llegando incluso a presentarle una factura de casi 7.000 euros por las pruebas realizadas para detectar el fallo y que la clienta se negó a abonar. Inicialmente le dijeron que el problema podría ser de las bujías, luego que había que sustituir las bobinas, a continuación que el problema residía en el sistema eléctrico -por lo que se procedió al desmontaje de inyectores, limpieza y comprobación-, y más tarde que había de desmontar el motor, siguiendo un sistema de "prueba y error" que culminó cuando finalmente "se rinden y le ofrecen 38.000 euros" a la propietaria por quedarse la casa con el vehículo.

Porsche asegura que la intención siempre ha sido la de "continuar con la reparación"

El gerente de Porsche Sevilla, Manuel Ángel Márquez, ha explicado a este periódico que la intención de la casa siempre ha sido la de continuar con la reparación del vehículo, aunque reconoce que la solución "se ha alargado en el tiempo mucho más tiempo del deseable, y de lo que nos ha ocurrido nunca (atendemos unos 3000 vehículos al año y estamos operativos desde el año 86)". El retraso, ha añadido, ha estado motivado "unas veces por circunstancias imputables a nosotros, otras por circunstancias ajenas a nosotros y por supuesto al cliente, y otras por retrasos en la toma de decisiones por parte del cliente. Es por ello por lo que, durante casi todo el periodo que ha estado el vehiculo en nuestras instalaciones, la clienta ha dispuesto de un vehiculo de cortesía sin cargo alguno".

El responsable de la firma ha recordado que cuando el vehículo entra en nuestras instalaciones se encontraba fuera del periodo de garantía, y ha señalado que la clienta "no ha tenido que abonar nada por la intervención de nuestro equipo en el intento de localización de la avería con la que entro el vehículo en nuestras instalaciones".

Además, se le ha valorado el vehículo con la avería y "se le ha ofrecido la recompra de éste. La valoración se ha llevado a cabo siguiendo el procedimiento habitual para cualquier otro vehículo teniendo en cuenta la antigüedad y el estado del mismo. Esta propuesta se le hizo el 24 de abril, a la cual la única respuesta que recibimos (por parte de un perito que les asesora) es que les parecía por debajo de mercado, pero en ningún caso nos han transmitido cuál es el valor de mercado que consideraban adecuado, y cómo llegaban a él".

De esta forma, el gerente de Porsche Sevilla asegura que ha transmitido a la propietaria "en todo momento" la intención de "seguir con la reparación del vehículo hasta dar con la solución definitiva (pudiendo seguir contando con un vehículo de cortesía) sin que el cliente tuviese que abonar, en ningún caso, los trabajos de diagnóstico que no llevasen a la solución definitiva (a pesar de que pudiéramos tener derecho a los que acreditásemos hubiesen sido estrictamente necesarios), como así ha sido hasta que la clienta ha decidido retirar el vehiculo tres meses después de nuestra última propuesta, bien para reparar o bien para recomprarle el vehículo".

Por último, ha afirmado que la intervención en el vehiculo, a partir de un momento determinado, "ha sido seguida por un perito contratado por la clienta, quien nos manifestó su conformidad con las actuaciones llevadas a cabo en el vehículo en función de los síntomas que mostraba".

El vehículo, que tenía solo cuatro años y medio, había pasado todas las revisiones en la casa oficial pero ya no estaba cubierto por la garantía -tres años-, aunque el letrado recuerda que otras marcas ofrecen hasta siete años de garantía, y añade que éste era el segundo coche que habían comprado, ya que el primero también sufrió una avería a los pocos años de uso.

La dueña decidió retirar el vehículo porque tras más de un año seguía sin ser reparado, "escudándose la empresa en que habían seguido las concretas pautas de la marca", pero a pesar de ello "lo cierto es que finalmente no han sido capaces de diagnosticar eficazmente la avería ni de reparar el vehículo, que permanece en sus instalaciones completamente inservible para su funcionamiento".

El cuadro de mando del vehículo, con los mensajes de avería.
El cuadro de mando del vehículo, con los mensajes de avería. / M. G.

En un burofax enviado al concesionario el 31 de julio, la clienta exponía que le habían vendido "un vehículo marca de las denominadas premium, adquirido nuevo en octubre de 2019, por un importe de 122.489,35 euros, siempre seguido su mantenimiento en el servicio oficial Porsche, cuya expectativa de vida útil y de funcionamiento ha quedado abruptamente truncada apenas a los cuatro años y medio".

Un perito de la perjudicada cifra en más de 107.000 euros la posible indemnización

Un informe pericial elaborado a instancias de la propietaria culpa al concesionario de lo ocurrido con el vehículo, ya que "no ha podido o sabido localizar el problema", lo que ha provocado dos graves situaciones: "el tiempo de no uso del vehículo por su usuaria, y la depreciación importante en el automóvil, que en caso de venta no tendría el valor real".

El experto asegura que cuando el turismo entró en el concesionario, en abril de 2024, tenía un valor de 85.000 euros, cantidad a la que habría que sumar gastos de impuestos y seguros que se han abonado a pesar de no poder utilizarlo durante más de un año -circunstancia que se valoran en otros 4.500 euros-. En su momento, el concesionario le ofreció quedarse con el vehículo, abonándole 38.000 euros, pero el perito concluye que la culpa de esta situación "no es de la usuaria sino del concesionario por no saber o poder resolver el problema en tiempo y forma, y que transcurrido un año en sus instalaciones para determinar la causa de ese fallo del motor, no fueron capaces de localizar el problema actual".

Según el perito, la única posible venta del vehículo en el estado actual, sin reparar, sería un desguace, ya que "no es viable vender el coche a una empresa o particular en dicho estado", y en ese supuesto, tras haber consultado el valor de compra éste sería de 18.000 euros, insistiendo el experto en que el precio que tenía el turismo era de 85.000 euros cuando sufrió la avería.

Por todo ello, concluye que los daños y perjuicios que podrían reclamarse en la vía judicial -que la propietaria ya ha anunciado- alcanzarían los 107.724,82 euros. En este sentido, el experto señala que la "mala praxis en detectar el origen del problema ha permitido dañar de forma económica los intereses de su propietaria, generado en el tiempo perdido en la búsqueda de dicha causa, ya que se han incorporado elementos y piezas que no eran necesarios", recordando asimismo que en un primer momento el concesionario le reclamó las facturas por las intervenciones que se iban realizando pero posteriormente, al no resolver la anomalía, se desistió en la reclamación de "unas cuantas reparaciones sin éxito".

stats