Un "imprudencia grave" tras el accidente del microbús de Tussam el pasado 7 de diciembre. La juez de Instrucción número 11 de Sevilla, Cristina Loma, ha abierto unas diligencias previas para investigar el siniestro del autobús de la línea C5 que provocó diez heridos en la Plaza del Duque, y ha citado el 8 de enero a las dos primeras víctimas para que ratifiquen la denuncia.

El abogado David Andana, que representa a estos dos primeros heridos, ha explicado a este periódico que la juez ha dictado un auto en el que acuerda la apertura de diligencias previas para investigar el siniestro. El letrado destacó que, a pesar de que las imprudencias leves se despenalizaron con la última reforma del Código Penal, la instructora ha aceptado el criterio de que la imprudencia relacionada con este accidente puede ser "grave" y así ha acordado la incoación de las diligencias previas para "depurar responsabilidades y, sobre todo, conocer el motivo real por el cual el autobús de Tussam se comportó del modo en que lo hizo, poniendo en grave peligro a peatones y viajeros, pudiendo haber causado una desgracia incalculable".

La investigación debe determinar si un fallo mecánico provocó el accidente del microbús

En un auto dictado con fecha 18 de diciembre, la juez Cristina Loma ha incoado las diligencias previas, al entender que los que los hechos que van a ser investigados "presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal". En la resolución, la juez da los primeros pasos para tratar de esclarecer los hechos, al librar un oficio a la jefatura de la Policía Local de Sevilla para que este cuerpo municipal proceda a practicar las "gestiones encaminadas al esclarecimiento de los hechos investigados".

Así, la instructora pide a la Policía Local una copia del atestado instruido en su día sobre el accidente o aquellas diligencias practicadas tras el accidente. También solicita una relación de todas las personas que resultaron lesionadas como consecuencia del atropello del microbús y, en último lugar, pide que se le informe sobre la posible existencia de cámaras en la vía pública que hubieran grabado los hechos para, en ese supuesto, que se le remitan dichas grabaciones.

El auto de la juez se produce tras la denuncia presentada por dos de las víctimas, defendidas por David Andana, quienes relatan el atropello que sufrieron sobre las 15:00 horas del pasado 7 de diciembre cuando se hallaban en la Plaza del Duque y el microbús de la línea C5 irrumpió "bruscamente y a toda velocidad en la acera", a la altura de la tienda de Zara, y embistió a todos los transeúntes de una forma "muy violenta", describen estas dos víctimas, que añaden cómo el vehículo quedó empotrado en la propia tienda y el escaparate destrozado.

La primera denuncia relata cómo el vehículo irrumpió “bruscamente y a toda velocidad”

Estas dos personas fueron atendidas en el lugar del accidente por los servicios sanitarios del 061 y trasladadas a continuación hasta el Hospital Virgen del Rocío.

El abogado David Andana insiste en la denuncia en que este accidente no es una imprudencia leve, que han sido descalificadas del Código Penal, sino que se trata de una "imprudencia grave" que debe ser objeto de investigación judicial. "Que un autobús irrumpa bruscamente en la acera de una plaza y embista a todos los transeúntes no puede ser considerado una impudencia leve y, por tanto, debe ser objeto de investigación penal".

Según los denunciantes, los hechos pueden enmarcarse en el artículo 152 del Código Penal, que castiga con penas de multa y de varios años de cárcel a los responsables de un delito de lesiones por imprudencia grave.

El letrado insiste en que los servicios médicos forenses deben valorar las lesiones provocadas a los denunciantes y el juzgado, como ahora ha acordado en la resolución que inicia la investigación, debe ordenar la práctica de diligencias que aclaren los motivos de este atropello grave.

La denuncia señala que se ha apuntado que el accidente del microbús pudo deberse a un "fallo de frenado" del vehículo, por lo que concluye que es procedente investigar los hechos porque la imprudencia que pudiera haberse cometido resulta "evidentemente grave".

Según las primeras investigaciones, el autobús de Tussam sufrió un fallo de motor que no se pudo identificar el pasado mes de agosto.

El vehículo había sufrido un fallo de motor en agosto pero después no dio aviso de avería

Desde entonces había circulado con normalidad y sin dar ningún error ni aviso de avería. Este asunto fue tratado en un reciente consejo de administración de Tussam, donde se analizaron las revisiones que habían sufrido los vehículos accidentados.

La última revisión que pasó el microbús que provocó los diez heridos había tenido lugar sólo tres días antes del accidente, sin que diera ningún fallo en ninguna de las pruebas.

La línea C5 contaba con cuatro microbuses Mercedes Sprinter, dos de ellos comprados el 29 de agosto de 2016 y los otros dos el 1 de octubre de 2018. Todos los vehículos habían superado la ITV en los plazos legalmente establecidos y habían cumplido las revisiones de mantenimiento exigidas por la garantía del fabricante, según indicaron en su momento fuentes municipales.

El impacto del autobús fue tremendo tras vencer la valla de protección que existe en el acerado y colisionar contra el escaparate del establecimiento, donde quedó atrapada una de las personas heridas entre el microbús y el escaparate de la tienda.

De los diez heridos, sólo dos de ellos presentan lesiones de carácter grave. Se trata de dos mujeres que tenían diversas fracturas, una de ellas en la pelvis y la otra en las piernas. El resto de los heridos eran los usuarios del autobús de la línea C5, que sufrieron lesiones de menor consideración.

El conductor dio negativo en la prueba de alcoholemia a la que fue sometido tras el siniestro.