La actuación policial en el atraco a un supermercado de Amate

¿Debieron entrar en el supermercado los policías locales que abatieron al "Demonio"?

Atraco en un supermercado del Parque Amate

Escrito por

· Jorge Muñoz

Redactor jefe / Tribunales

¿Debieron entrar o no en un establecimiento donde había un atracado armado y que había efectuado disparos? Esta es la pregunta a la que la Justicia debe dar respuesta y para la cual está recabando nuevas pruebas. Una juez de Sevilla ha revocado esta semana su decisión inicial de procesar a dos agentes de la Policía Local que irrumpieron en un supermercado de Amate y abatieron a un delincuente apodado el "Demonio", que iba armado y había efectuado ya algún disparo en el establecimiento.

En el marco de la investigación, en la que se analiza si la conducta se enmarca en un delito de homicidio por imprudencia, se cuestiona si fue correcta la actuación de los dos policías que decidieron entrar en el supermercado o debieron esperar la llegada de la Policía Nacional.

La Fiscalía de Sevilla había solicitado a la juez que se solicitara a la Policía Local de Sevilla el protocolo de actuación en casos de atraco. En realidad, se trata de una instrucción operativa del Cuerpo, la número 4/2018, que recoge "determinadas cuestiones relativas a las funciones de policía judicial".

¿Y qué dice esta instrucción sobre la forma de proceder ante un atraco? La instrucción, que tiene 13 páginas y a la que ha tenido acceso este periódico, dedica un apartado a las "instrucciones específicas ante robos con violencia y atracos".

El protocolo comienza diciendo que los vehículos con distintivos, los patrulleros,  "no deben ser vistos por los atracadores, sino que deben quedarse en las inmediaciones cubriendo las posibles vías de huida", mientras que los efectivos que van de paisano "deberán de abstenerse de actuar dentro del perímetro establecido al objeto de evitar ser confundidos con los presuntos delincuentes". Todo ello, dice la instrucción, porque es importante tener en cuenta que "lo que se pretende evitar en todo caso es un incidente crítico con rehenes".

Previene asimismo a los agentes de que hay "mayores posibilidades de que la alarma sea real a primera hora de la mañana y a última", y explica desde el Centro de control y Transmisiones "se dará cuenta a la Sala de Operaciones del 091 del Cuerpo Nacional de Policía, para garantizar una actuación coordinada desde el primer momento".

La instrucción determina que "no se entrará en el banco o lugar del robo"

En caso de que la alarma de atraco con armas sea real, aconseja adoptar una serie de medidas para garantizar la integrad física, con por ejemplo colocarse lo chalecos antibala y revisar las armas reglamentarias. Dentro de estas medidas, la instrucción señala expresamente que "no se entrará en el banco o lugar del robo, y debe preverse la salida imprevista en cualquier momento de los atracadores o de otras personas que se hallaren dentro de la entidad".

De acuerdo con este protocolo, los agentes no deberían haber entrado en el supermercado de Amate aquella tarde del 23 de julio de 2021, pero no debe olvidarse que en ese establecimiento se estaba cometiendo un delito flagrante y ya se habían escuchado disparos por parte de los testigos, por lo que la situación era de gran riesgo.

Y también hay que tener en cuenta que por encima del protocolo, que no deja de ser un manual de procedimiento interno del cuerpo, está lo que dicen las leyes, como por ejemplo la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim). El artículo 492 de esta ley establece que la autoridad o agente de policía judicial tendrá la obligación de detener "al delincuente in fraganti", como era el caso del Demonio, que estaba en ese momento robando en el supermercado.

Si algunos de los disparos del atracador hubiesen alcanzado a algún empleado o cliente, los policías locales en lugar de estar investigados probablemente habrían sido condecorados

Los agentes habían acudido a taponar la salida trasera del establecimiento, tal y como marca el protocolo, y es en ese momento cuando se encuentran con el atracador y responden a la amenaza. ¿Debieron entonces quedarse fuera y esperar la llegada de los efectivos de la Policía Nacional? Es muy difícil determinar, una vez que han sucedido los hechos, qué es lo que hubiera sido ideal y si se podría haber evitado la muerte del atracador. Las hipótesis lo admiten todo. Imagínense que alguno de los disparos realizados con anterioridad hubiesen alcanzado a algún empleado o cliente del establecimiento... Entonces, nadie habría cuestionado lo más mínimo la actuación de los agentes de la Policía Local, quienes en lugar de estar sometidos a un posible juicio probablemente habrían sido condecorados por haber evitado males mayores.

¿Y qué habría ocurrido en el caso de que no hubieran entrado y hubiesen resultado heridos empleados o clientes por los disparos del atracador? Pues que las críticas se habrían cebado con estos agentes y con la Policía Local por no haber actuado mientras se producía un delito flagrante.

Es lo que ocurrió, salvando las distancias, en la masacre el pasado mes de mayo en la escuela primaria de Uvalde (EE.UU), donde fueron asesinados 19 niños y dos profesoras tras el asalto de un pistolero. En este caso, las críticas se centran en la falta de acción de los policías para tratar de neutralizar al asaltante, dado que los agentes no irrumpieron en el centro hasta más de 70 minutos después desde que el delincuente había entrado en el colegio.

Otras instrucciones

El protocolo de la Policía Local recoge otro apartado con "instrucciones específicas relacionadas con detenciones de personas implicadas en delitos que se haya utilizado un arma de fuego", donde señala que en los casos en los que se detenga in fraganti a alguna persona que haya cometido algún delito utilizando un arma de fuego "no se tocarán los efectos del delito", es decir, conmina a los agentes a no recoger vainas ni cartuchos, sino a "proteger correctamente la escena del delito a la espera de la Policía Científica que hará la correspondiente inspección ocular". Y en el caso de que la Policía Científica no pueda acudir o los agentes se vean obligados a recoger los efectos, precisa que "deben guardar las máximas garantías con respecto a las recogidas de los mismos, utilizar siempre guantes y tocar las armas por zonas donde no sean las habituales para empuñarlas".

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